- 2 calabacines gruesos,
- 300 gramos de migas de bacalao,
- 30 g de mantequilla,
- 100 gramos de copos de puré de patata,
- 1 litro de leche,
- sal y nuez moscada.
PREPARACION:
Lavamos los calabacines. Sin pelarlos los cortamos en 4 trozos regulares y cocemos en una cazuela con agua hirviendo, una pizca de sal y 2 cucharadas de aceite de oliva durante 10 minutos. Una vez semicocidos los calabacines los sacamos del agua de cocción y dejamos que se enfríen. Deberán de quedar una pizca crudos para poder manejarlos.
Con ayuda de un sacabolas o de una cucharilla de café vaciamos los calabacines y esas bolitas de calabacín las mezclamos con un poco de pimentón dulce y aceite de oliva. Reservamos algo también para la decoración del plato. Para el relleno elaboraremos una brandada de bacalao: una práctica habitual es desalar las migas de bacalao dejándolas en agua dulce durante varias horas y cambiando en tres ocasiones el agua. Aunque el resultado es satisfactorio, el gasto de agua resulta excesivo.
Una vez desalado el bacalao escurrimos del agua e introducimos el bacalao en la leche, llevamos al fuego y cuando comience a hervir sacamos del fuego la cazuela, añadimos los copos de patata y removemos hasta que empiece a espesar. Introducimos la batidora en esta mezcla hasta conseguir una crema blanca y homogénea.
Ponemos a punto de sal y ya tenemos preparada la brandada de bacalao. Dejamos enfriar debiendo de quedar una pasta con cuerpo y manejable. Rellenamos con la brandada los calabacines e introducimos el recipiente apto para el horno. Acercamos al grill del horno y servimos bien gratinados y calientes acompañado de las bolitas de calabacín con pimentón y aceite de oliva virgen.