Crisis económica y salud: problemas y oportunidades



En un contexto de crisis y de estancamiento de los ingresos públicos, el déficit sólo se puede reducir limitando el gasto público. Esa limitación está empezando a afectar seriamente a la Sanidad. Así, las restricciones presupuestarias están afectando a los presupuestos sanitarios de las CC.AA., que representan entre un tercio y el 40 por ciento del presupuesto autonómico total

Alcance de la crisis económica
La  situación económica de España, en septiembre de 2011, es preocupante por la intensidad y la duración de la crisis, porque las perspectivas de recuperación son peores que las de otros países de la Unión Europea,  porque afecta al empleo más que en el resto de la Unión y porque la salida de la crisis depende de elementos y factores exteriores e inciertos. El país afronta el reto de una reducción drástica del déficit público impuesto en gran parte por los mercados y por otros gobiernos para preservar al euro de un eventual colapso. En un contexto de estancamiento de los ingresos públicos, el déficit sólo se puede reducir limitando el gasto público. Esa limitación está empezando a afectar seriamente a la Sanidad.
La crisis económica afecta a los presupuestos sanitarios públicos, que reaccionaron con retraso
El gasto sanitario en España ha venido creciendo más que el PIB, y más que el de otros países desarrollados. El crecimiento real medio acumulativo del gasto sanitario per cápita en España entre 2000 y 2008 ha sido del 4,7 por ciento anual[1], 2.8 puntos por encima del crecimiento real del PIB per cápita; por encima también de la media de la OCDE (4,2 por ciento, dos puntos sobre el PIB) y de la UE-15 (3,9 por ciento, 2.2 puntos por encima del crecimiento del PIB). Dentro de la UE-15, sólo nos ha superado Irlanda (7,6 por ciento), Grecia (6,9 por ciento) y Luxemburgo (4,9 por ciento).
Las restricciones presupuestarias están afectando a los presupuestos sanitarios de las CC.AA., que representan entre un tercio y el 40 por ciento del presupuesto autonómico total. En Sanidad, el año 2010 ha sido de transición hacia el reconocimiento explícito de las limitaciones económicas y de las restricciones presupuestarias[2], que imponen un frenazo a los años de alegría en el gasto sanitario. Éste opone fuerte resistencia a la baja. Por ejemplo, los logros laborales -mejoras retributivas o de condiciones de trabajo- difícilmente tienen vuelta atrás, aunque por primera vez haya habido una bajada de los salarios nominales en 2010.
La reacción de la Sanidad a la crisis económica del país fue lenta y tardía, y no parece ajustarse a un "plan", aunque se hayan tomado medidas específicas En ese contexto se inscriben las medidas tomadas el 18 de marzo de 2010 por consenso en el Consejo Interterritorial del SNS, a propuesta del gobierno estatal (Decreto-Ley 4/2010). Distintos organismos, fundaciones y consultoras ofrecen planes de acción y medidas anticrisis[3] [4], y se proponen reformas basadas en la Atención Primaria, en la coordinación asistencial y el buen gobierno [5]. Sin embargo, hay más acuerdo en el diagnóstico que en el tratamiento.
En España, las reglas del juego institucional propulsan el gasto sanitario. Las transferencias sanitarias, que han acercado las decisiones a los ciudadanos y permiten cierto juego diferenciador de objetivos y de esfuerzos, coherente con la diversidad territorial, tienen sin embargo costes de transacción. No se aprovechan las economías de red. Por ejemplo, cada comunidad ha creado su propia historia clínica digital y la información no es comparable ni compartible, pero los costes de desarrollo de los sistemas de información se han multiplicado. Por el contrario, hay costes de emulación: cada iniciativa de una comunidad otorgando un nuevo derecho, una nueva prestación o un nuevo programa,  tiende a ser copiada por otras. Cada mejora de condiciones laborales del personal se propaga a otras CC.AA. Ese juego institucional de la emulación de máximos en un contexto de escasez de oferta ha llevado a la mejora sustancial de retribuciones y condiciones de trabajo de los profesionales sanitarios -la carrera profesional ha supuesto  en la práctica un aumento indiscriminado de retribuciones ligado a la antigüedad, no a la productividad-. Entre 2002 y 2007 los gastos de personal en la red sanitaria pública de España aumentaron un 52,4 por ciento.
Solvencia y sostenibilidad. El arte de cortar
La situación de la Sanidad pública está marcada por la insuficiencia financiera. El "déficit" sanitario ha empezado a aflorar en los textos y en los discursos. A mediados de 2010, esa insuficiencia de ingresos para hacer frente a los gastos necesarios
-incluso comprometidos-  del sector sanitario público había llegado a  acumular una deuda de entre 7.500 y 15.000 millones de euros [6]. La Sanidad tiene un gran potencial desestabilizador de las cuentas públicas y es materia sensible para la opinión pública. El debate sobre si la Sanidad debería ser inmune a las restricciones presupuestarias se superpone a la tensión entre lo público y lo privado. El discurso de la sostenibilidad hace hincapié en cómo el sistema de salud español podrá continuar manteniendo los niveles de calidad y prestaciones ya consolidados. Otro discurso pone en duda no ya la sostenibilidad sino la solvencia del sistema.
El "arte de cortar" (cómo desinvertir en Sanidad causando el mínimo de efectos secundarios a corto y a largo plazo) es un tema recurrente, no sólo en España, del que se ocupan la literatura médica[7] y las autoridades sanitarias, como por ejemplo en Canadá, para priorizar los recortes del gasto[8]. En Cataluña las decisiones sobre recortes se descentralizan a nivel de centros.
Para mantener presupuestos públicos equilibrados, o reducir el déficit, en España se opta por el control del gasto, dejando fuera de consideración, salvo excepciones contadas, las políticas de ingresos (co-pagos, contratos de riesgo compartido con la industria farmacéutica, aumento de la presión fiscal). En la mayor parte de los casos, las medidas son sobre precios más que sobre cantidades y están limitadas por un principio de mantenimiento del statu-quo organizativo. Poco margen queda para seguir explotando esa mina.
Recortes
Para controlar el gasto, un primer conjunto de medidas se podrían dirigir a reducir las ineficiencias técnicas. Entendemos por tales las actividades y tratamientos de eficacia no demostrada, las inefectivas, el pagar más por algo que se puede conseguir por menos (pagar marca en vez de genérico);  pagar el coste de los efectos adversos evitables por menos de lo que cuesta afrontarlos; pagar trabajo administrativo a precio de salario médico. Esos son ejemplos y hay muchos más. En términos generales, requieren medidas que reduzcan la brecha de efectividad (diferencia entre lo que se consigue y lo que se podría conseguir, en términos de salud, con los conocimientos técnicos actuales). La administración Obama se ha volcado en conocer la efectividad de la asistencia médica como principal vía para reducir costes, en el contexto de la reforma sanitaria americana. Los estudios para España de variabilidad de la práctica médica [9, 10], entre otros, sugieren que existe un gran potencial de mejora en este empeño de reducir la brecha de efectividad.
Combatir la ineficiencia técnica requiere emplear los recursos adecuadamente: hacer lo que hay que hacer, a quien hay que hacérselo, por quien  mejor lo haga y con el mínimo uso de unos recursos que, no lo olvidemos, podrían emplearse para otros fines.
Ese reto implica afrontar ineficiencias organizativas, que requieren reformas de mayor calado porque afectan a la configuración de las redes asistenciales, no sólo de centros aislados, y a la propia institucionalización de la Sanidad pública. El sistema sanitario español despilfarra grandes cantidades de recursos por no aprovechar economías de escala y sobre todo economías de red[11]. Se precisan cambios para la gobernanza del sistema[12].
Una tentación para afrontar a corto plazo la insuficiencia financiera es la privatización. Actualmente el modelo "Alzira" está operativo en cinco de los 24 departamentos de salud de la Comunidad Valenciana (Alzira, Torrevieja, Denia, Manises y Elche II). La atención sanitaria del 17 por ciento de la población está a cargo de empresas privadas, con fuerte concentración empresarial. En Madrid, desde principios de 2011 hay dos nuevos hospitales en construcción (Móstoles y Torrejón), se ha licitado un tercero (Collado-Villalba) y se prevé un cuarto en Carabanchel. A diferencia de los hospitales abiertos en 2008, que salvo uno limitaban la colaboración privada a la construcción y eventual explotación de algunos servicios, en esta nueva oleada se ha optado por el modelo Alzira es decir, se profundiza en la gestión privada de los servicios asistenciales públicos. Los movimientos privatizadores de Valencia, con el "modelo Alzira", pero sobre todo los de Madrid, han desatado apasionados debates dictados más por la ideología que por los argumentos y datos, que han llegado incluso al Congreso de los Diputados. Paralelamente, en los últimos años se han ido configurando y consolidando grupos empresariales privados con poder de mercado creciente. Desde la perspectiva del análisis económico, falta una evaluación rigurosa de su desempeño, que no es tarea fácil, pues no hay "contrafactuales" que permitan comparar los nuevos hospitales de gestión privada con los públicos (que tienen plantillas más envejecidas, instalaciones obsoletas, e hipertrofia de algunos servicios por inercias históricas). Habría que hacer un  análisis riguroso de los cambios en el bienestar social y sus costes y de los riesgos a largo plazo (por ejemplo, de captura del regulador por el regulado).
Aunque se están haciendo esfuerzos por integrar los niveles asistenciales, por coordinar la Sanidad con el sector sociosanitario y de dependencia, y por redefinir las competencias profesionales de forma más efectiva y eficiente, hay todavía mucho camino por delante.
La crisis económica afecta a la salud sobre todo a través de mecanismos no sanitarios
Los efectos más devastadores de la crisis económica sobre la salud de las poblaciones, que pueden dejar secuelas a largo plazo, no se producen por falta de acceso a la Sanidad, o como consecuencia de haber reducido el presupuesto sanitario público, sino como efecto del desempleo, el empobrecimiento y aumento de la marginalidad, como efecto de la redistribución de la renta y  por otros mecanismos más económicos que sanitarios[13, 14].
Los recortes del gasto sanitario traerán problemas de salud ya en el corto plazo, sobre todo si son recortes indiscriminados. Alargar la espera por determinados diagnósticos o intervenciones quirúrgicas vitales será más costoso, en términos de salud, que obligar a prescribir la marca más barata, o dentro de una lista. Pero algunos de los efectos sólo se notarán en el largo plazo, particularmente los de ciertas rebajas en la prevención. La crisis económica afectará por distintos mecanismos a la prevención primaria del cáncer[15]. Si bien conviene no bajar la guardia, también hay que evitar caer en la trampa de una industria emergente y rentable de la prevención, que vende sus servicios como bienes absolutos sin consideraciones de coste-efectividad ni tener en cuenta que la cadena de pruebas diagnósticas no es inocua.
Mucho es lo que se puede hacer por la salud, en plena crisis, desde fuera del sistema sanitario con movimientos como el de Salud en Todas las Políticas. La crisis económica es una oportunidad para el cambio que se puede y debe aprovechar para poner cabeza en los recortes y en los cambios organizativos y para encarar con valentía cambios hacia el buen gobierno de la Sanidad y hacia la coordinación eficiente de las CC.AA.
Autora: Beatriz González López-Valcárcel, catedrática de Métodos Cuantitativos en Economía y Gestión de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria

Con un "mejor asesoramiento" los pacientes obesos pueden perder peso



Estudios presentados en el congreso de la AHA (American Hart Association) en Orlando en 11/2011.


Según los investigadores del estudio POWER-UP (Practice-based Opportunities for Weight Reduction Trial at the University of Pennsylvania) , aproximadamente un tercio de los pacientes obesos que recibieron un "mejor asesoramiento", que consistía en una recomendación mensual para bajar de peso, con alimentos especiales o un medicamento para perder peso, perdieron 5% de su peso en dos años. 

 El Dr. Thomas A Wadden, director del estudio (Universidad de Pensilvania, Filadelfia, EE UU), manifestó que los profesionales de atención primaria pueden ayudar a que sus pacientes pierdan un significativo 5% de peso. Los efectos pueden ser muy positivos: reducción en el riesgo de desarrollar diabetes tipo II, y mejora de otros factores de riesgo CV, como los niveles de triglicéridos y colesterol. 

El Dr. Marc-André Cornier (Universidad de Colorado, Facultad de Medicina, Boulder, EE UU) agregó que este estudio muestra que la asesoría para realizar cambios en el estilo de vida puede producir una pérdida de peso significativa. Los centros que proveen servicios para Medicare y Medicaid propusieron que se ofrezcan 14 visitas con asesoría para cambiar conductas alimenticias, en atención primaria para personas mayores obesas, como una forma de atacar la obesidad. Al evaluar la eficiencia de una asesoría breve por un asistente médico, los resultados mostraron una pérdida de 4,4kg en 6 meses. 

En este ensayo había un tercer brazo en el que se agregaba la recomendación de un alimento especial o un medicamento para bajar de peso; en ambos casos hubo un aumento en la pérdida de peso de hasta 5kg.
Participaron adultos con un índice de masa corporal de entre 30 y 50 kg/m2, en seis centros de atención primaria. De los 390 participantes, 80% eran mujeres con edad promedio de 52 años y peso promedio de 108 kg. Cada persona recibió un plan de dieta equilibrada, un podómetro, un libro para contar calorías, y folletos educativos; por último, instrucciones para hacer tres horas de actividad física por semana. Los participantes fueron aleatorizados en tres grupos.

El primer grupo recibió la atención habitual: Una visita al médico cada tres meses, donde se comentaba brevemente el control de peso. En el segundo grupo, se agregó un breve asesoramiento sobre estilo de vida. En el tercer grupo se dio un mejor asesoramiento sobre cambios de estilo de vida y la opción de productos para bajar de peso o suplementos nutritivos como barras de cereales. El resultado más importante es que los dos grupos que recibieron asesoría sobre cambios en el estilo de vida lograron perder más peso a los dos años, comparados con el primer grupo.

Via: nejm.org

"CardioHealth Station" de Panasonic: nueva herramienta para detección del riesgo cardiovascular



Panasonic anunció el día 21.11.11 la presentación en Europa de su nueva herramienta innovadora para la medicina preventiva personalizada, CardioHealth Station, en la reputada feria comercial de medicina MEDICA, celebrada en Dusseldorf, Alemania (Hall 9, expositor E47). El instrumento se ha diseñado para ayudar a los profesionales médicos a conseguir evaluaciones rápidas y valiosas de la salud cardiovascular. CardioHealth Station estará disponible en Europa en primavera de 2012 tras conseguir todas las aprobaciones normativas. 

Estudios publicados recientemente (ARIC y MESA)*1 han demostrado que se consigue información valiosa en la evaluación de la salud vascular, además de los riesgos de un evento cardiovascular asociados a estos tratamientos. El estudio ARIC*2, un ensayo reciente de múltiples instituciones, ha revelado que algunos pacientes puedes reclasificarse estudiando su grosor de media carótida-íntima y la presencia de una placa en el paciente indicado. Como resultado, Panasonic ha desarrollado CardioHealth Station, un instrumento muy necesario que ayudará a los médicos, y en algunos casos a los técnicos, a detectar de forma rápida el grosor de las arterias carótidas. La arteria carótida es la rama que va del corazón hasta el cuello, y proporciona sangre al frontal del rostro y al cerebro. Lo que antes era complicado y poco práctico de hacer a nivel de masas es ahora posible gracias a la innovadora tecnología de automatización disponible como estándar en CardioHealth Station. 

El profesor Raimund Erbel, del Departmento de Cardiología del West-German Heart Center Essen, dio la bienvenida a este nuevo desarrollo: "La ecografía de las arterias carótidas es vital, ya que los médicos, y en concreto los cardiólogos, están de acuerdo en que lleva a una evaluación más precisa del riesgo del paciente que el hecho de solo fijarse en los factores de riesgo". 

CardioHealth Station cuenta con un sistema de ultrasonidos portátil integrado optimizado para realizar los exámenes no invasivos de los vasos periféricos. Proporciona una evaluación automatizada del grosor íntimo-medio (IMT) de las arterias periféricas, como las carótidas comunes, permitiendo al usuario buscar placas arteriales utilizando imágenes de modo B en tiempo real. El teclado de pantalla sensible al tacto permite al usuario introducir varios parámetros relacionados con los factores de riesgo cardiovasculares tradicionales. Una calculadora integrada proporciona las puntuaciones de los riesgos utilizadas habitualmente en una variedad de localizaciones geográficas (Framingham Risk Score, PROCAM Health Check Score, Reynolds Risk Score, Risk score based on the SCORE Project). Esta información recibe el suplemento de las evaluaciones IMT de la arteria a fin de generar un informe completo que ayude al médico a evaluar el riesgo cardiovascular. 

El presidente y consejero delegado de Panasonic Europe Ltd., Laurent Abadie, declaró: "En Panasonic vemos CardioHealth Station como un paso adelante para la medicina preventiva personalizada. No sólo mejorará los resultados de los pacientes, sino que cuenta con el potencial para reducir los costes de la salud en Europa por medio de la detección primara y la diagnosis más rápida". 

En mayo, el director general de Panasonic Corporation, Fumio Ohtsubo, comentó la intención mundial de Panasonic de reforzar los negocios de salud y anunció el plan de cambio de nombre de su filial, pasando de denominarse Panasonic Shikoku Electronics Co.,Ltd a llamarse Panasonic Healthcare Co., Ltd desde el 1 de octubre de 2010. El 25 de octubre, Panasonic Corporation of North America anunció la creación de CardioNexus Corporation, que se convirtió en la plataforma de lanzamiento para CardioHealth(R) Station en Norteamérica el 14 de noviembre. Panasonic está solicitando en la actualidad la aprobación de la FDA y EMA para CardioHealth(R) Station, y espera que las ventas comiencen tan pronto como se reciba la aprobación de las autoridades normativas adecuadas. 

"Ayudar al mundo a reducir los costes mundiales de la salud interesa a todo el mundo", indicó Osamu Takahashi, director de estrategia mundial de Panasonic Healthcare Co., Ltd. "Panasonic cree que CardioHealth Station, una primicia dentro de su serie de productos - ayudará a conseguir el objetivo empresarial de mejorar la sociedad por medio de la detección primaria de la enfermedad". 

*1 Estudio Atherosclerosis Risk in Communities (ARIC) y estudio en marcha Multiethnic Study of Atherosclerosis (MESA). Ambos estudios cuentan con el patrocinio del National Heart Lung and Blood Institute. Más información sobre el estudio ARIC disponible en http://www.cscc.unc.edu/aric/ ; más información sobre el estudio MESA disponible en http://www.mesa-nhlbi.org

*2 El estudio ARIC está disponible en http://www.cscc.unc.edu/aric/

Si desea más información visite la página web www.panasonic.eu 

Sólo un 15,5% de los pacientes con obesidad mórbida reduce su peso para la cirugía bariátrica



 Sólo un 15,5 por ciento de los pacientes con obesidad mórbida que se van a someter a un bypass gástrico, una técnica de cirugía bariátrica por la que se reduce el tamaño del estómago, logra alcanzar una pérdida de peso prequirúrgica óptima a la intervención, según revela el estudio 'Evolución prequirúrgica del peso en pacientes con obesidad mórbida sometidos a bypass gástrico', elaborado por especialistas del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y que se ha presentado en el 36 Congreso de la Sociedad Andaluza de Endocrinología y Nutrición (SAEN), que se ha celebrado en la capital hispalense.

   Este trabajo, al que ha tenido acceso Europa Press, estableció precisamente como objetivo conocer el porcentaje de pacientes que, a través del protocolo de intervención multidisciplinaria de dicho hospital, alcanzan la pérdida de peso recomendada previa a la cirugía.

   Para tal fin, los autores de esta investigación observacional y retrospectiva incluyeron a todos los pacientes con obesidad e índice de masa corporal (IMC) mayor de 40 o de 35, asociado a otras comorbilidades y que fueron sometidos mediante laparoscopia a bypass gástrico entre 2008-2010.

   Todos los pacientes candidatos fueron además incluidos en un protocolo preoperatorio estandarizado y multidisciplinar, conformado por la evalucación médica inicial de especialistas en endocrinología y nutrición, salud mental y cirugía. Del mismo modo, se hizo un seguimiento por parte de médicos y enfermeros especializados, el cual se basó en la educación del paciente en aspectos relacionados con la nutrición, las técnicas de pérdida de peso y diversas opciones terapéuticas.

   Para determinar la evolución del peso prequirúrgico, los investigadores registraron el peso e IMC inicial, a los seis meses, a los 12 meses y en el momento previo a la cirugía. Esos valores fueron comparados con su peso corporal ideal (IMC de 25) para calcular el exceso de peso corporal perdido previo a la cirugía.

   Los pacientes se distribuyeron en cinco grupos en función del exceso de peso corporal perdido. Así, en un primer grupo se colocó a pacientes con una ganancia de peso más del cinco por ciento del exceso de peso corporal; en el segundo grupo a los que tuvieron una ganancia del cero al cinco por ciento; en un tercer grupo los que consiguieron una pérdida del cero al cinco por ciento del exceso de peso corporal; en un cuarto grupo a los que sí alcanzaron ya una pérdida del seis al diez por ciento del exceso de peso corporal, y en un quinto y último grupo a los que consiguieron una pérdida de peso mayor al 10 por ciento de su exceso de peso corporal.

   En total, se analizó a 91 pacientes sometidos a bypass gástrico laparoscópico, con una edad media que rondaba los 39,3 años, siendo un 75,8 por ciento mujeres, y el tiempo medio de seguimiento de 12,5 meses.
   Los pacientes fueron divididos así en los citados cinco grupos. En el primero se inscribieron con sus parámetros 41 pacientes (45%); en el segundo grupo a 22 enfermos (24,1%); en el grupo tercer grupo a 14 pacientes (15,4%); en el cuarto grupo a nueve pacientes (10%), y en el quinto y último grupo a cinco pacientes (5,5%).

   Así, y tras analizar todos estos parámetros, el estudio que recoge Europa Press revela que únicamente el 15,5 por ciento de los pacientes (los grupos cuarto y quinto) lograron la pérdida de peso prequirúrgica recomendada, si bien los autores de este estudio admiten que "es necesario (realizar) un análisis más extenso donde evaluar la repercusión costo-efectiva de estos resultados, y, en base a lo cual, replantear si fuese necesario nuevos protocolos adaptados a nuestra población con los que lograr un mayor grado de compromiso y motivación". Según admiten, éstos son "aspectos básicos para lograr los objetivos recomendados en pro del beneficio médico del paciente".

Via: Europapress

Sedentarismo y obesidad siguen creciendo.




El descenso progresivo del trabajo agrícola frente al incremento de empleados en ocupaciones de servicios ha propiciado esta disminución de la actividad física en el trabajo

Un estudio de la Oficina de Estadística Laboral y de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (NHANES) muestra como a lo largo de los últimos 50 años el gasto diario de energía producido por actividad física en el entorno laboral ha disminuido en más de 100 calorías, a la par que se han producido cambios en el peso corporal de los ciudadanos por un progresivo incremento de la obesidad.
Así se desprende de los resultados de un estudio publicado en la revista PLoS ONE, que destaca como a principios de la década de los 60 casi la mitad de los trabajos del sector privado exigían al menos una actividad física de intensidad moderada, mientras que en la actualidad menos del 20 por ciento de los trabajos requieren este nivel de gasto energético.
A este respecto, los expertos estimaron que, desde 1960-62 hasta 2003-06, "el gasto diario de energía en el entorno laboral había disminuido en 142 calorías en varones".
Así, para un peso de referencia de 76,9 kilos en 1960-62, dicha disminución de gasto calórico supondría un aumento del peso medio hasta los 89,7 kilos.
Estos resultados obtenidos, similares para hombres y mujeres, han coincidido también con el modelo de equilibrio energético de la Encuesta del NHANES, que estima el peso medio en 91,9 kilos para ese periodo.
Según los autores, la disminución de la actividad física en el trabajo ha estado motivada por el progresivo descenso en el porcentaje de individuos empleados en ocupaciones agrícolas y de producción de bienes, frente al incremento de personas empleadas en ocupaciones de servicios.
En este sentido, los investigadores han concluido que la reducción en el gasto energético representa una parte significativa del aumento en el peso corporal medio de hombres y mujeres estadounidenses.
Asimismo, los responsables del estudio han resaltado que contar con un mayor conocimiento de la relativa importancia de la actividad física dentro del entorno laboral, en la actual epidemia de obesidad, debería ayudar a formular un programa integral basado en datos científicos que incluya diferentes políticas, estrategias y tácticas para combatir este problema persistente.
Por ello, concluyen, la actividad física es la única variable modificable que puede contribuir a la energía total gastada, representando un factor clave en las estrategias de prevención del sobrepeso y de la obesidad, así como en el control del peso corporal.
Via: medicointeractivo.com

Rehabilitación cardiaca en la Policlínica Miramar



La Policlínica Miramar ha puesto en marcha esta semana la actividad en su nueva Unidad de Rehabilitación Cardiaca, un proyecto que ha surgido en el seno del Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiaca de la Policlínica y que viene a sumarse a las unidades que ya funcionan con excelentes resultados en otros centros sanitarios de Grupo Hospitalario Recoletas, en el que se integra la clínica de Palma. En este contexto hay que tener en cuenta que la rehabilitación cardiaca es el conjunto de actividades necesarias para asegurar unas condiciones físicas, psíquicas y sociales óptimas que permitan a los cardiópatas ocupar un lugar tan normal como les sea posible en la sociedad. Por ello es uno de los tratamientos que debería realizar una persona que haya padecido una enfermedad del corazón. 


 Los beneficios que se consiguen con los programas de rehabilitación cardiaca son muy importantes a nivel clínico ya que se obtiene una reducción de la mortalidad entre el 20% y el 25% y se reduce de forma significativa el número de reingresos hospitalarios así como la duración de la incapacidad laboral transitoria. A lo que hay que sumar la mejora de la calidad de vida del paciente. 


 El mayor beneficio de estos programas se ha demostrado en las enfermedades de las arterias coronarias, tales como la angina de pecho, el infarto de miocardio, después de una intervención de angioplastia (ensanchamiento de una arteria coronaria con implante de un stent o “muelle” dentro de ella) o tras una cirugía de bypass coronario; pero también está indicada para pacientes con insuficiencia cardiaca, tras intervenciones de válvulas cardiacas, trasplantes cardiacos e incluso para sujetos sanos pero con factores de riesgo cardiovascular importantes (hipertensión , diabetes, colesterol elevado, etc.). 


 La Unidad de Rehabilitación Cardiaca implica mucho más que la realización de ejercicio controlado ya que además de la valoración clínica conlleva la valoración psicológica (depresión, ansiedad, pautas de conducta) e incluso una valoración socio-laboral del sujeto. El paciente que acude a esta unidad va a aprender a cambiar sus hábitos de vida de forma global en cuanto a actividad física, alimentación, conducta para controlar el estrés y entenderá y sabrá controlar mucho mejor los factores de riesgo cardiovascular, es decir, aprenderá a llevar día a día una vida “cardiosaludable”. 


 SUPERVISIÓN DE ESPECIALISTAS 


 La nueva Unidad dispone de una amplia sala-gimnasio dotada con cicloergómetros, cintas rodantes, telemetría para monitorizar de forma continua el ritmo cardiaco y el electrocardiograma del paciente mientras éste realiza el ejercicio, vestuarios y duchas. En la Unidad el paciente estará permanentemente supervisado por un cardiólogo que planificará la actividad física a realizar y que vigilará la evolución de su enfermedad. Además se contará, de forma continua, con un fisioterapeuta que dirigirá las pautas de ejercicio y con el apoyo de una psicóloga y una endocrinóloga, para aquellos pacientes que por sus características particulares lo precisen. De hecho una de las actividades previstas será la realización de charlas de grupo , cada dos semanas, a las que se invitará también a los familiares de los pacientes, en las que se abordarán aspectos psicológicos después de la enfermedad, técnicas de relajación , educación dietética , factores de riesgo cardiovascular etc. 


 La puesta en marcha de esta Unidad supone dar un paso muy importante en la calidad asistencial de los pacientes de Policlínica Miramar con patología cardiaca ya que no podemos olvidar que será la única rehabilitación cardiaca de todas Baleares, tanto en el sector privado como público. En el momento actual sólo el 3% de pacientes con cardiopatía isquémica se incluyen en programas de rehabilitación cardiaca en nuestro país, en claro contraste con las cifras de los países de nuestro entorno que se elevan hasta el 40-70% ya que están mucho más sensibilizados con los beneficios que reporta.

Marcapasos reciclados para la India



Miles de marcapasos de segunda mano, que han sido reciclados tras ser extraídos de pacientes que fallecieron, serán enviados a la India para tratar a pacientes que no tienen acceso a esta tecnología médica.
Una primera prueba realizada con más de 50 voluntarios en la ciudad india de Mumbai ya ha demostrado la viabilidad de esta práctica. Los marcapasos se obtienen en EEUU y se envían al país asiático.
La Univeridad de Texas (EEUU) y el Hospital de la Sagrada Familia de Mumbai participaron en este proyecto pionero, que ahora podría extenderse a más centros, tanto de EEUU como de la India.
"Estamos poniendo a punto seis o siete marcapasos reciclados al mes y el ritmo mejora progresivamente", ha explicado el doctor Brian Pinto desde Mumbai, según informa el diario británico 'The Guardian'.

Millones de muertes

Se estima que mueren entre uno y dos millones de personas en el mundo por no tener acceso a un marcapasos.
"Como otras muchas cosas, los marcapasos pueden reciclarse", explica Bharat Kantharia, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Texas.
"Se trata de optimizar recursos, ya que hay gente muriendo en la India por la escasez de estos recursos", añade este experto.
Via: el mundo.salud
Y yo me pregunto: si el reciclaje es efectivo, ¿por qué no se reciclan para España?