Los científicos han observado que tres cuartas partes de los adolescentes están en los niveles de normopeso. El 55 por ciento de las niñas y menos del 36 por ciento de los niños, consideran que están demasiado gordos, a pesar de que sólo un 18 por ciento de los adolescentes padecían sobrepeso, efectivamente. Entre un 7 y un 8 por ciento de los sujetos estaban por debajo de su peso.
La calidad de vida es menor en adolescentes obesos. Sin embargo, este concepto está íntimamente ligado a cómo se ven ellos a sí mismos. Si los jóvenes piensan que están demasiado gordos, su calidad de vida es inferior, sea cual sea su peso real. Esto sucede, en gran medida en las chicas. Por otra parte, si éstos consideran que están en el peso adecuado, su calidad de vida se corresponde a la de una persona con peso normal, aunque esto no sea verdad.
En los últimos años, la proporción de adolescentes que piensan que tienen sobrepeso ha aumentado a mayor velocidad, en relación con la proporción de adolescentes que realmente padecen sobrepeso.
Johannes Hebebrand, profesor del Departamento de Psiquiatría infantil y adolescente, de la Universidad Philipps, Hesse (Alemania), ha señalado en un editorial que los adolescentes están constantemente sometidos a una gran presión social por la delgadez. Es un dato relevante que sólo el 40 por ciento de los sujetos piensen que tienen un peso normal, a pesar del ideal de delgadez y el estigma de ser obeso, establecidos en la sociedad.