
La mayoría de estos trastornos aparecen en menores, por ejemplo la anorexia en la infancia, la pubertad y la adolescencia, y la bulímia sobre todo en la adolescencia y la juventud. Esto hace que los padres se corresponsabilicen en el seguimiento del tratamiento.
El ITA recomendó que éstos estimulen la autonomía de los jóvenes pero pongan limites y muestren un punto de autoridad, así como establecer un comportamiento cooperativo entre todos los miembros de la familia y mejorar la comunicación intrafamiliar.
Además, la familia no debe cuestionar las decisiones ni el tratamiento elegido por los especialistas y no debe infravalorar la gravedad de la enfermedad. Por otro lado, no es aconsejable que asuman el papel de amigo ni que intente ser el terapeuta, sino que acompañe a su hijo en el tratamiento.
Para prevenir la aparición de estas enfermedades, el ITA recomendó fomentar un estilo de vida saludable, enseñar a ser críticos con ciertos mensajes, especialmente los que afectan a la promoción de un estereotipo de belleza; y fortalecer la autoestima de sus hijos, entre otros aspectos.
Via: AZprensa.com