Beber mucho café no eleva el riesgo de muerte cardiaca

(23.06.2008).- "El consumo de café se ha relacionado con varios efectos beneficiosos y perjudiciales para la salud, pero aún no había datos sobre su relación con los fallecimientos", ha explicado Esther López García, del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid, y directora del trabajo.

Las mujeres que consumían entre dos y tres tazas de café al día tuvieron un 25 por ciento menos de riesgo de muerte por enfermedad cardiaca en comparación con las no consumidoras, y un 18 por ciento menos de riesgo de muerte producido por otras causas que no sean cáncer o enfermedad cardiaca, en comparación con quienes no toman café.

Para los hombres tomar dos o tres tazas de café diarias no se asoció ni con un mayor ni con un menor riesgo de fallecimiento. Los investigadores analizaron datos de 84.214 mujeres que habían participado en el Estudio de Salud de las Enfermeras y 41.736 hombres que habían participado en el Estudio de Seguimiento de la Salud de los Profesionales, ambos de Estados Unidos. Para que los pacientes fueran incluidos no debían padecer enfermedades cardiacas o cáncer al comienzo de los estudios.

Entre las mujeres se produjeron 2.368 muertes por patología cardiaca, 5.011 por cáncer y 3.716 por cualquier otra causa. En el caso de los hombres, 2.049 murieron por enfermedad cardiaca, 2.491 por cáncer y 2.348 por otras causas.

Cuando se explicaron otros factores de riesgo como la talla corporal, el tabaquismo, la dieta y patologías específicas, los investigadores hallaron que las personas que bebían más café tuvieron menos probabilidades de fallecer durante el periodo de seguimiento.

Esto se debió principalmente al menor riesgo de muerte por patología cardiaca que se da entre los consumidores habituales de café. El consumo, o no, de cafeína no parece influir en los resultados, ya que las personas que bebían café descafeinado tuvieron también menos tasas de fallecimiento que quienes no bebían ningún tipo de café.

Vïa: diariomedico.com