Hospitalización a domicilio en Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), un traje a medida para cada paciente


Si un paciente puede elegir, prefiere irse a su casa. Si permanece ingresado en un hospital es por miedo a la evolución de la enfermedad, pero si tiene la garantía de contar con las mismas condiciones, escoge su casa. Ésta es una de las razones que llevó al Hospital de La Princesa, de Madrid, a poner en marcha de forma pionera su programa de hospitalización a domicilio para enfermos con patología respiratoria, fundamentalmente EPOC.

Lo que empezó en noviembre de 2004 como un proyecto estacional de cara al invierno, cuando se agudizan los problemas respiratorios con el frío y las gripes, se ha consolidado con gran éxito. La intención es "extender el programa e ir a más", explica Julio Ancochea, jefe del Servicio de Neumología de La Princesa.

"Durante los cuatro o cinco meses que dura el programa tratamos a entre 80 y 90 pacientes", señala Ancochea. Los enfermos proceden de la unidad de hospitalización de Neumología o de Urgencias y son derivados desde el servicio de Neumología de guardia. Pero no todos los pacientes pueden beneficiarse de este servicio.

Antes deben cumplir una serie de requisitos.
Entre los criterios de inclusión destaca el no tener enfermedades graves asociadas, no haber requerido VMI (ventilación mecánica invasiva) o VMNI (ventilación mecánica no invasiva) y poseer unas condiciones estructurales, higiénico-sanitarias y socio-familiares adecuadas: que no vivan solos, no ser alcohólicos o drogodependientes

Desde el inicio del programa ha habido dos neumólogos y una enfermera asociados, aunque para su éxito es clave todo el servicio de Neumología. Cuando el especialista decide que un paciente es candidato hace una primera valoración, se entrega la documentación y se realiza una primera visita al domicilio.

Visitas personalizadas
En función del estado del enfermo se planifica el número de visitas, con un mínimo de dos y un máximo de ocho, y cuándo será la siguiente.

"Algunos requieren dos o tres a la semana y otros necesitan visitas diarias. Con este programa intentamos hacer un traje a medida para cada paciente", indica Ancochea. Al finalizar el proceso se elabora un informe médico que se envía al centro de salud correspondiente.

"La gran ventaja del programa es el coste-efectividad. Aproximadamente el 12 por ciento de los pacientes con EPOC es de tipo grave.

Ese porcentaje produce más del 70 por ciento de los ingresos hospitalarios. Con este proyecto se reduce la estancia hospitalaria: la media está en unos nueve días y con el programa el paciente está dos o tres días en el hospital y después se hace el seguimiento desde casa". Además de evitar el colapso de los hospitales, disminuye la morbilidad y los costes de los cuidados, e incrementa la autonomía de los enfermos.

"Aunque puede suponer mayor carga familiar, porque en el hospital la responsabilidad es del equipo médico, el programa mejora enormemente la calidad de vida del paciente, reduce el número de visitas a urgencias, incrementa la participación y la implicación de la familia, y aporta gran satisfacción a las familias, a los pacientes y a nosotros mismos", sostiene Ana Martínez Meca, la enfermera asignada al programa.

Otro de los objetivos es la educación sanitaria. En ese sentido, la labor de Martínez Meca es clave: "No sólo les ausculto y les mido la glucosa para comprobar que los corticoides no afectan, sino que observo cómo hacen la terapia inhalada, que requiere una técnica y en ocasiones no lo hacen correctamente, por lo que no es efectiva", argumenta. "A veces no siguen el tratamiento no por falta de voluntad sino por falta de medios, porque están solos o no pueden salir a la calle ni a hacer la compra. Observamos su entorno social y les enviamos los servicios sociales para que les procuren comida caliente y ayuda", remata Martínez. También se promueven hábitos saludables como el abandono del tabaco cuando fuman.

Via: diariomédico.com