Cataluña: "Al sector de la medicina privada se le deja vivir, no convivir"


(14.04.2008).- El sector privado es un ámbito heterogéneo, con intereses a menudo enfrentados y mucha competitividad, pero los diferentes actores coinciden en algo: la Administración les excluye o, dicho de otro modo, les deja vivir pero no convivir con el sector público, según ha dicho Lluis Monset, director de la Agrupación Catalana de Establecimientos Sanitarios, ponente principal en el Observatorio desde Cataluña, de Expansión y KPMG.
"No se habla ni se tiene en cuenta a la sanidad privada; se deja que viva pero no que conviva", ha manifestado Lluis Monset, director de la Agrupación Catalana de Establecimientos Sanitarios (ACES) en la ponencia que ha servicio de base para debatir el papel de la medicina privada en el Observatorio desde Cataluña, que organizan el diario económico Expansión (de Unidad Editorial, también editora de Diario Médico) y KPMG en Barcelona.

Monset, en presencia de representantes de varios centros y compañías aseguradoras privados, ha insistido en esa idea exponiendo que, a su juicio, "no es razonable la exclusión por parte de los poderes públicos" si se tiene en cuenta que el 15 por ciento de la población española (unos seis millones de personas) reciben asistencia sanitaria privada; que este sector representa el 2,3 por ciento del Producto Interior Bruto nacional, y que el 19 por ciento de los médicos se dedican exclusivamente a la actividad liberal (el 31 por ciento combina público y privado).

"En España se habla sólo de lo público pero el sistema es mixto y se desprecia la sanidad privada de manera sistemática", ha añadido. Su propuesta es bastante concreta: liberalizar el sistema sanitario, dando más entrada a los proveedores y a los aseguradores privados, porque generan más satisfacción y son "más eficientes y sostenibles".

Como ejemplo ha puesto el sistema holandés, en el que el sistema público cubre a la población que necesita realmente protección y al resto les facilita sólo aquellas prestaciones cuyo coste ni la clase media puede soportar.

"El todo para todos en cualquier sitio y en todo momento se ha acabado (en España); después habrá una sanidad pública intermediada por el sector privado, que es mucho más eficiente", ha augurado. Mercè Casas, directora general de Iasist, ha precisado que "en los países en los que se ha dado más entrada al sector privado ha sido en la provisión, que no en el aseguramiento".

Boi Ruiz, presidente de la Unión Catalana de Hospitales, que agrupa a centros concertados con el Servicio Catalán de la Salud, le ha replicado a Monset en el debate que "al sector privado el valor se le supone, pero no se ha demostrado aún que sea más eficaz que el sector público; el sector privado estricto es más pequeño de lo que parece, porque Muface, Mujeju e Isfas están financiados públicamente, y tiene un problema de opacidad percibida".

Complicidad estratégica
Ruiz ha dicho que lo que este sector necesita para ir a más es una "complicidad estratégica" entre los diferentes actores, tanto proveedores asistenciales como entidades aseguradoras, y que tiene un problema estructural en la competencia del sector público en materia de recursos humanos, y un futuro inmediato difícil.

"El ciclo económico que viene le hará sufrir mucho. El sector público no podrá aguantar por la rebaja de los ingresos del Estado y habrá más listas de espera pero la actividad no se derivará al sector privado", ha aventurado. Jorge Setoain, copresidente de Cetir Centro Médico, especializado en medicina nuclear, ha manifestado que "el rodillo de lo público es inevitable; se están poniendo máquinas de todo tipo en todas partes sin prever cómo se mantendrán luego. Esto es una cuestión política".

Trabajar con la ISO
También ha llevado el debate al punto de vista de la calidad: "En el sector habría que realizar una nueva definición que diferenciase las empresas cualificadas de las más pequeñas y que luego contase al adjudicar concursos públicos, porque una cosa es tener la ISO y otra trabajar con la ISO".

Andrés de Kelety, director del área de salud de la aseguradora Fiatc, ha apuntado que público tendría que ser todo lo financiado públicamente, al margen de quien lo provea. En contra de la opinión de Ruiz, De Kelety sostiene que "al sector privado no le esperan malos tiempos; sólo dejó de crecer cuando desaparecieron los incentivos fiscales (durante el primer Gobierno del PP)". Desde su punto de vista, el sector privado ha servido de válvula de escape para el público; de ahí "la permisibilidad de la doble contratación de médicos".

Pago por proceso
De Kelety ha sacado a colación la relación entre las entidades y los proveedores (centros y profesionales liberales) del seguro libre para defender que hay que llegar a un cambio de modelo: del pago por acto al pago por proceso, en el que la financiación le corresponde a la compañía pero la diversidad (del caso clínico) la cubre el proveedor.

"La compañía no puede pagar el cien por cien de lo que decide el centro o el profesional que hay que hacer; hay que llegar a un acuerdo sobre buenas prácticas para mantener las primas al margen de la inflación". Mario Esteban, de la Clínica Aparicio (odontología), ha afirmado: "La sanidad privada se mantendrá siempre y cuando la pública no oferte ciertas cosas o tenga listas de espera muy importantes.

El ministro Bernat Soria, en relación con el modelo valenciano (financiación pública y provisión privada) dijo que el sector privado era más eficiente económicamente pero no médicamente, pero yo diría que para algunas patologías es más eficiente el privado".

Ignacio Orce, presidente de Asistencia Sanitaria Colegial, ha aportado este otro dato: "Tras 32 años del privilegio de elegir entre sector público y privado para los funcionarios, entre el 85 y el 87 por ciento siguen optando por el segundo, al que se le exige lo mismo que al primero; si a la gente se le deja elegir, escoge el privado. En Cataluña, el 23 por ciento de la población general escoge el sector privado y no sólo para la patología banal".

Sobre la sostenibilidad del sistema público, en un marco de aumento de la demanda (por el envejecimiento e inmigración) y de recursos públicos limitados, ha afirmado: "Los políticos no son de fiar; o hacen un pacto al margen de quien mande o esto no tiene solución".

¿Opacidad?
Joan Sala, director médico del Grupo Tres Torres, ha recogido el guante de la opacidad lanzado anteriormente por Ruiz para aseverar que en materia de eficiencia tan opaco es el sector sanitario privado como el público. Para Sala, "que vengan o no malos tiempos para el sector sanitario privado dependerá de las prioridades que tengan en adelante los ciudadanos, que quizá prefieran invertir en su salud antes que en otras cosas. Habrá que ver qué valor le dan".

Monset ha cerrado el debate denunciando casos que en su opinión demuestran la "inmoralidad" que supone que en un centro públic como es el Hospital Clínico de Barcelona se realice actividad privada.

Via: Diario médico. Carmen Fernández. Barcelona.