Sin embargo, tras ponerla a prueba han llegado a la conclusión de que los gemelos, a pesar de compartir un estilo de vida idéntico, pueden diferir en cuanto a peso y a cantidad de grasa corporal.
Así lo indican en un trabajo que aparece hoy en PLoS Computational Biology, donde se ha recurrido a la teoría dinámica de sistemas para demostrar que a un mismo modelo de ecuaciones le corresponde un número infinito de resultados en lo que a masa corporal se refiere, incluso si la ingesta de comida y el gasto energético es exactamente el mismo.
No obstante, los autores reconocen que existe otro modelo de ecuaciones que refuta esta conclusión, y por el que el peso está determinado únicamente por las dos variables citadas (ingesta y gasto energético). Ninguna de estas hipótesis ha sido suficientemente contrastada.
El interés desde el punto de vista médico de estas pesquisas, en plena epidemia de obesidad, reside en que estos modelos de ecuaciones pueden ayudar a determinar la utilidad de un tratamiento concreto contra el sobrepeso y el exceso de grasa.