Hacia rutas salvajes






Al graduarse en la universidad, Christopher McCandless (Emile Hirsch), un joven de 22 años al que todos auguraban un brillante futuro, decidió dejar atrás su cómoda vida en busca de aventuras. El periplo del joven trotamundos le convirtió en un símbolo para muchas personas. ¿Fue Christopher McCandless un heroico aventurero o un idealista ingenuo, un Thoreau rebelde de los noventa u otro americano perdido, un temerario o una trágica figura que vivió en el precario equilibrio existente entre el hombre y la naturaleza?

Cada paso de su viaje está reflejado en la adaptación que realiza Sean Penn del aclamado superventas de Jon Krakauer, Hacia rutas salvajes, que habla de la insaciable añoranza de la familia, el hogar y los amigos, y de la búsqueda de la verdad y la felicidad.

El espíritu inquieto de Christopher McCandless le llevó desde los inmensos campos de trigo de Dakota del Sur a un peligroso descenso por el río Colorado hasta Slab City, California, un refugio de inconformistas, y mucho más allá. En su camino, conoció a numerosos personajes pintorescos que no encajaban en la sociedad estadounidense. Estos le ayudaron a comprender la vida, y él, a su vez, les cambió. Al final decidió ponerse a prueba adentrándose solo en los bosques del Gran Norte, donde todo lo que había visto, aprendido y sentido se materializó como nunca lo había imaginado.

La película me encantó. Os aconsejo como cinéfilo con muy buen gusto que vayáis a verla. Pasaréis un rato muy agradable. El Leitmotiv de la peli: "la felicidad real sólamente es la compartida" y "perdonar es amar". Que os aproveche.

Nunca se os ocurra pasar más de 100 días, solos, en Alaska....