Economía de la salud: El objetivo de Cataluña: hacer negocio con su modelo sanitario


(12.11.07).- El modelo sanitario de Cataluña, de utilización (pero no de titularidad) pública, está más que consolidado. Por eso, la Generalitat se propone empezar a rentabilizarlo para dejar de ver la Sanidad como un gasto y empezar a verla como una inversión.

Cataluña quiere vender marca con su sanidad. El modelo catalán, con su red sanitaria de utilización (que no de titularidad) pública, ha dado buenos resultados y Miquel Argenté, director de Recursos de Catsalut, cree que ha llegado el momento "de considerar la salud como un sector económico".


La idea, expuesta en el X Encuentro Especializado La Sanidad Privada en España que Diario Médico y Expansión Conferencias han organizado con el patrocinio de Adeslas, "implica no ver la salud sólo como un gasto, sino como una inversión". En un mundo globalizado, la estrategia "puede hacer que no se pierdan oportunidades importantes".

¿Y qué supondría? En el ámbito del conocimiento, la creación de empresas consultoras y gestoras de servicios sanitarios, formación e investigación y, en otro campo, como el de la salud pública, el desarrollo de estrategias de promoción de la salud.
Este plan exige la colaboración de ambos sectores, público y privado, algo que en Cataluña ya sucede, pues el modelo catalán en el que la Generalitat apenas tiene la titularidad de un 20 por ciento de los hospitales ya evidencia "la vocación de colaboración".

Entre las actuaciones previstas, la primera es la realización de estudios para el dimensionamiento del sector de salud, la promoción del benchmarking y la oferta a otros países de la experiencia, de gestión. Según Argente, "esta política de promoción de desarrollo del sector salud mejorará la cohesión, garantizará la atención en todo el territorio y dará continuidad a un sistema que puede vender su marca en un mundo globalizado".

En la mesa también se ha abordado el déficit de especialistas. Josep Manuel Pomar, director general del IB-Salut, ha apostado por "la búsqueda de fórmulas de abordaje conjuntas entre sanidad pública y privada y la no competencia entre ellas. La situación no se resolverá de un modo fácil, "creando especialistas o importándolos", sino que "supone una oportunidad para el cambio del paradigma asistencial".

Por su parte, Belén Prado, viceconsejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, ha comentado que la alta satisfacción de los usuarios del sistema sanitario madrileño "se debe en gran medida al binomio formado por el sistema público y la sanidad privada". Fruto de esta cooperación surgió el Plan de Infraestructuras de 2004-2007 para construir ocho hospitales y 55 centros de salud, "donde la actividad es gestionada por la Administración pública tomando como base la financiación privada mediante un modelo de concesiones". Este sistema tiene ventajas para usuarios y profesionales, "ya que permite materializar en cuatro años los compromisos adquiridos en el incremento de las infraestructuras. En esta legislatura, el plan de trabajo previsto plantea la construcción en atención especializada de centros en Villalba, Móstoles y Carabanchel, y en atención primaria los 55 centros prometidos pueden convertirse en 72, aunque ambas ampliaciones dependen de que consigamos terrenos". Según Prado, es necesario tener en cuenta las cooperaciones entre lo público y lo privado que han tenido éxito en otros lugares para adaptarlos a las necesidades de cada región -"no hay que cerrarse a un modelo de gestión puramente público o exclusivamente privado"- Esta colaboración es básica para prestar una asistencia cercana y de calidad al paciente, que, por su parte, "debe hacer un uso racional y responsable del sistema".