Mataharis




Inés, detective infiltrada entre los empleados de una compañía multinacional, ha llegado al meollo de una intriga laboral. Pero su investigación la coloca ante una complicada decisión sentimental y ética. Eva, que acaba de reincorporarse después de una baja maternal, compagina como puede el trabajo con la vida familiar cuando descubre que su pareja Iñaki le ha ocultado algo fundamental para el futuro de su relación. Carmen, la más experimentada de las tres, observa y graba el naufragio conyugal de Sergio, mientras parece no darse cuenta del fracaso de su propio matrimonio. Desde la agencia de Valbuena, para quien trabajan, estas tres profesionales de la vigilancia traspasan a menudo las fronteras de la intimidad ajena, pero nadie las ha preparado para enfrentarse a sus propios secretos.

La película nace de la idea de hablar de nuevo de hombres y mujeres, de sus relaciones y de lo que las sostiene, algo tan frágil y tan fuerte como es la confianza. La confianza no puede basarse en las pruebas que te dan. La confianza es un acto de fe.

De una forma u otra, cualquiera de nosotros puede verse retratado en cualquiera de los personajes que aquí se nos presenta (por lo menos en alguna etapa deteminada de nuestra vida). El "eterno sufrimiento", venga dado por nuestros actos o por lo que se nos hace a nosotros (en una rueda interminable de causa-efecto-causa), se nos muestra aquí vulnerable y a los hombres y mujeres protagonistas, como capaces de poder cambiar su destino con su propia fuerza de voluntad. El perdón o la toma de decisiones dolorosas, en otros casos, pueden llevarnos a sobreponernos y alcanzar la gran deseada "felicidad".

La película nos deja al final con un buen sabor de boca, pero la vida continúa y no acaba en capítulos.

Os la aconsejo. Tendréis tema para discutir con vuestras parejas durante mucho tiempo.