El manejo de la enfermedad periférica corresponde a Atención Primaria


Santander (10/10/2007).- Las enfermedades vasculares están adquiriendo en nuestro medio una importancia creciente, tanto por su gravedad intrínseca, que causa una importante morbi-mortalidad, como por sus repercusiones socioeconómicas y laborales. La patología presenta, además, un progresivo aumento de su incidencia, al estar relacionada con el envejecimiento de la población. El creciente conocimiento de su prevalencia, factores de riesgo e historia natural, hacen que sea el médico de familia el mejor agente para la prevención y el diagnóstico precoz, al tiempo que rompe con la percepción clásica de que las enfermedades vasculares pertenecen al ámbito de la medicina hospitalaria.

Estas son algunas de las ideas expuestas por Alejandro Pontón, médico adjunto del Servicio de Cirugía Cardiovascular del Hospital Marqués de Valdecilla, de Santander, que ha dirigido, dentro de la oferta formativa del Colegio de Médicos de Cantabria, el curso Manejo de la patología vascular en atención primaria, que ha supuesto el primer esfuerzo en la comunidad para conseguir una atención global al paciente vascular, coordinando los esfuerzos de la medicina primaria y hospitalaria.

La patología cardiovascular constituye la primera causa de muerte en los países desarrollados, a través de la enfermedad isquémica cardiaca y del ictus cerebral. "El papel del médico de familia es clave en la prevención y diagnóstico precoz, tras constatarse en las consultas la alta prevalencia en la población adulta de hábitos nocivos evitables, y de factores de riesgo como la hipertensión, la hipercolesterolemia y la diabetes". El director del curso ha querido romper con la visión clásica de que el médico de primaria apenas puede hacer nada en la patología vascular, y que lo ideal es la derivación a especializada. "El papel preventivo del médico de familia es vital en este aspecto, porque se observa una alta prevalencia en la población adulta de hábitos perniciosos evitables como el tabaquismo y la dieta rica en grasas; y de factores de riesgo relacionados con el desarrollo de este tipo de patologías: hipertensión, hipercolesterolemia y diabetes, siendo cada vez más frecuente su coexistencia en un mismo individuo".

Diabetes

Aunque algunos estudios llaman la atención respecto a que hasta un 30 por ciento de los pacientes que requieren una coronariografía han sido diagnosticados de diabetes con anterioridad, y las modernas técnicas de coronariografía y fibrinolisis intravascular han supuesto toda una revolución en el manejo de estos pacientes, especialmente en el tratamiento de la cardiopatía isquémica, al transformar el pronóstico y la calidad de vida de este tipo de pacientes, el éxito depende también de asegurar una correcta coordinación y rapidez en la asistencia, así como la de su posterior reinserción social y laboral.

Pese a que son abundantes los motivos de consulta vascular en primaria, la arteriopatía crónica, la flebopatía crónica y aguda, la isquemia aguda y la linfopatía son cuadros muy habituales, principalmente la flebopatía, que algunos estudios sitúan hasta en un 30 por ciento de adultos afectados. Los dos grandes bloques, a juicio de Alejandro Pontón, son la arteriopatía (patología arterial) y la flebopatía (patología venosa), por lo que se hacen necesarias guías o protocolos que mejoren la capacitación técnica del médico de primaria en la prevención, diagnóstico y seguimiento de la patología vascular periférica.

Durante el curso se ha hecho especial hincapié en la importancia de la colaboración entre primaria y especializada, dado que si bien el riesgo vascular está presente en todas las personas, es a partir de los 50 años cuando se deben vigilar exhaustivamente los cinco principales factores de riesgo: la tensión, el colesterol, la diabetes, el tabaco y el peso. "En todos, la prevención juega un papel decisivo, y el médico de primaria es el primer eslabón al que acude el paciente. Todos los factores de riesgo aumentan las probabilidades de sufrir accidentes vasculares en cuatro órganos fundamentales: cerebro (infarto cerebral), corazón (infarto de miocardio), riñón (insuficiencia renal) y órganos periféricos (dolor en las piernas después de un cierto tiempo caminando)".