El 68 por ciento de los hipertensos españoles no están correctamente controlados, y entre ellos destaca el sexo femenino, que tiene peor conocimiento y control de la enfermedad cardiovascular.
(15/10/2007).- Los factores que aumentan la probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular son de sobra conocidos. Sin embargo, las estadísticas muestran que de cada cien personas un tercio fallece por riesgo cardiovascular y cada vez se están detectando pacientes hipertensos en edades más tempranas. Por ello, la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-Lelha) celebra el Día Nacional de la Hipertensión con una campaña que insiste en la prevención precoz de la enfermedad cardiovascular. "La hipertensión arterial no sólo es propia de pacientes con 60 años", indica Nieves Martell, coordinadora del Club del Hipertenso de la SEH-Lelha. Los adolescentes descuidan su estilo de vida comiendo en exceso y llevando una vida muy sedentaria. Esto conlleva que el síndrome metabólico esté presente en etapas cada vez más tempranas. Así, "este año vamos a prescindir de carpas con tensiómetros, ya que siempre se acercan los que ya conocen sus niveles". Martell insiste en la necesidad de realizar actividades físicas de forma regular y de llevar una alimentación equilibrada, claves para un estilo de vida saludable. "Que los jóvenes anden al menos media hora al día y controlen lo que comen, ése es nuestro objetivo". La aplicación de estas medidas cardiosaludables evitarían el empleo de fármacos al 15 por ciento de los pacientes que tienen hipertensión arterial.
Peor control en mujeres
Existen muchas diferencias entre el conocimiento y el control de los factores de riesgo entre varones y mujeres. Según indican las estadísticas, hay defectos de diagnóstico en el sexo femenino. "Se debe, en gran parte, a que aún se piensa que el infarto sólo les ocurre a los hombres. Además, las mujeres llevan la salud de toda la familia menos la suya. Son muy buenas cuidadoras pero las peores autocuidadas", explica Martell. Esto retrasa la visita a las consultas. Según apunta Luis Miguel Ruilope, presidente de la SEH-Lelha, "hay que adelantarse y no esperar a que surjan determinadas manifestaciones de la enfermedad cardiovascular". Ruilope destaca la necesidad de que a partir de los 30 años todo ciudadano se haga una estratificación del riesgo. "Todo es cuestión de educación, de control del peso y reducción de la ingesta de alcohol. Así reduciríamos la prevalencia de la hipertensión arterial". En este sentido señala la importancia de las guías europeas que confirman la necesidad de llevar a cabo esta estratificación del riesgo y hace un llamamiento para que exista mayor coordinación entre atención primaria, medicina laboral, atención especializada y enfermería en el abordaje del riesgo cardiovascular. Además, la hipertensión se manifiesta en edades cada vez más tempranas.
Peor control en mujeres
Existen muchas diferencias entre el conocimiento y el control de los factores de riesgo entre varones y mujeres. Según indican las estadísticas, hay defectos de diagnóstico en el sexo femenino. "Se debe, en gran parte, a que aún se piensa que el infarto sólo les ocurre a los hombres. Además, las mujeres llevan la salud de toda la familia menos la suya. Son muy buenas cuidadoras pero las peores autocuidadas", explica Martell. Esto retrasa la visita a las consultas. Según apunta Luis Miguel Ruilope, presidente de la SEH-Lelha, "hay que adelantarse y no esperar a que surjan determinadas manifestaciones de la enfermedad cardiovascular". Ruilope destaca la necesidad de que a partir de los 30 años todo ciudadano se haga una estratificación del riesgo. "Todo es cuestión de educación, de control del peso y reducción de la ingesta de alcohol. Así reduciríamos la prevalencia de la hipertensión arterial". En este sentido señala la importancia de las guías europeas que confirman la necesidad de llevar a cabo esta estratificación del riesgo y hace un llamamiento para que exista mayor coordinación entre atención primaria, medicina laboral, atención especializada y enfermería en el abordaje del riesgo cardiovascular. Además, la hipertensión se manifiesta en edades cada vez más tempranas.