Parejas felices

Tener “el corazón partido” por problemas de pareja puede llevar a tener problemas cardíacos.

Una relación de pareja que no funciona, a la larga supone una fuente de estrés, ansiedad y tristeza. Estos factores actúan de forma negativa sobre nuestro organismo y aumentan el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.

En la mayor parte de los estudios realizados sobre este tema se han empleado poblaciones de hombres por considerar desde hace años (probablemente de forma equivocada) que los padecimientos cardíacos afectan fundamentalmente a los hombres. Según estos estudios realizados se pudo comprobar que los hombres que viven sin pareja tiene un riesgo 2,9 veces mayor de padecer una enfermedad cardíaca en un período de diez años, que aquellos que tienen una relación armoniosa de pareja. Para los hombres el hecho de tener una relación emocional estable con su pareja, actúa como factor de protección cardiovascular.

No sólo en la prevención sino en la fase posterior al padecimiento de una enfermedad cardíaca influye de forma importante la relación estable y satisfactoria que un hombre pueda tener con su pareja. Un año después de haber padecido un infarto, la mortalidad de hombres con una relación armoniosa de pareja está en el 6,6% mientras que aquellos hombres que viven solos tienen una tasa de mortalidad del 12,4%, casi el doble.