Psicocardiología




En los últimos años, junto a la cardiología clásica, que se centra en las enfermedades de tipo cardiovascular, se ha abierto camino un nuevo campo, el de la Psicocardiología. Las enfermedades cardíacas y cardiovasculares ya no son consideradas sólo, como la resultante de distintas causas orgánicas por alteraciones metabólicas o genéticas.

Muchos estudios han puesto de manifiesto que depresiones, estrés y diversos factores psicosociales actúan también como factores de riesgo cardiovascular y juegan un papel muy importante en su génesis. Además empeoran notablemente el pronóstico y la evolución. Por todo esto se ha desarrollado la Psicocardiología en la que cardiólogos y psiquiatras, así como otros psicoterapeutas, trabajan de forma conjunta.

Hoy en día los especialistas valoran las enfermedades cardíacas y cardiovasculares como un problema holístico, multidisciplinar, como un modelo de patología biológico, social y psíquico.

Acontecimientos traumáticos como la pérdida de un ser amado, así como quedarse súbitamente en paro, o problemas duraderos en el puesto de trabajo, llevan a una situación muy alta de estrés.

Emociones negativas, como la tendencia a la depresión, la ira o la tristeza, sumadas a alteraciones perjudiciales del comportamiento de la salud como tabaquismo, alimentación no adecuada, sedentarismo, etc, provocan una sobrecarga en el cuerpo y la mente. A veces puede añadírsele a esto una deficiencia en los contactos sociales o problemas en las relaciones de tipo familiar o de pareja.

Todo esto aumenta el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular o empeora el pronóstico de una enfermedad que ya se padece. Por otra parte, el hecho de saber que se padece una enfermedad cardiovascular, puede provocar la aparición de miedo que asociado a tendencias depresivas, provocan estrés, que por sí mismo, puede generar más patología.