Cómo elegir tu almohada ideal

Para poder descansar correctamente intervienen muchos factores, como el ruido, la iluminación o la temperatura  ambiente, el nivel de estrés al que estamos sometidos, la  postura que adoptamos en la cama, la calidad del colchón, etc. Otro factor muy importante y al que no le damos excesiva importancia y al que me voy a referir en este artículo es  a la calidad de la almohada nuestra almohada es igualmente importante. Hoy os explicaré cómo elegir una almohada ideal para obtener un buen descanso.

Recordamos que una postura ideal para descansar es aquella en la que nuestra espalda está alineada de modo que respeta sus curvas naturales y las cuatro curvas de la columna están en su posición natural.
Partiendo de esa base, lo primero que debemos hacer es ser consciente de la postura que adoptamos para dormir: ¿boca arriba? ¿boca abajo? ¿nos movemos durante toda la noche? Una vez sepamos esto, elegir la almohada que más nos conviene será mucho más fácil.

Dormir boca abajo es la peor postura que podemos adoptar, pero hay gente que duerme así. En este caso la almohada debe ser blanda y fina para evitar estirar excesivamente  el cuello y más aún cuando la mayoría de gente que duerme boca abajo suele hacerlo abrazando la almohada o pasando los brazos por debajo.
Dormir de lado es la mejor opción. En este caso la almohada debe ser gruesa y firme para mantener la distancia de la oreja con el hombro y evitar la excesiva inclinación.

Si dormimos boca arriba y moviéndonos la almohada debe ser de dureza y firmeza media. Hay que evitar que sea demasiado alta para que el cuello no esté muy flexionado.


Además de la dureza y firmeza de la almohada, también debemos considerar el material del que está hecha: las mejores son las de plumón. Dentro de este grupo las hay de distinta consistencia y calidad.  Las almohadas de viscoelástica y látex suelen ser un poco más baratas que las de plumón pero  menos que las tradicionales de fibras, pero aportan un mayor confort ya que se adaptan a la forma de nuestro cuello y cabeza. Vale la pena invertir algo de dinero si vamos a mejorar nuestro descanso.  

Recuerde Usted: ¿Cuánto ha gastado en los últimos 10 años en almohadas y cuanto en papel higiénico? ¿Es que su ano es más importante que su cabeza y su espalda?