Vivir más, pero sobre todo, con salud.


 El estudio 'Toledo' de envejecimiento saludable, uno de los más ambiciosos de Europa sobre la salud de los mayores, ha abierto una sección sobre centenarios y ha recogido ya treinta casos que aportan valiosa información sobre los factores biológicos para un envejecimiento longevo y saludable.
Es importante que la población viva más años pero, sobre todo, que viva con mejor salud, teniendo en cuenta que en seis décadas se puede alcanzar una esperanza de vida de cien años, según ha explicado el doctor Francisco José García, codirector del Estudio Toledo de Envejecimiento Saludable (ETES).
Los investigadores de este proyecto trabajan desde 2006 con 2.500 mayores de 65 años de la zona de Toledo, lo que supone la cohorte de población más importante de la red de investigación en envejecimiento y fragilidad del Instituto Carlos III y, también, del proyecto europeo sobre prevención de la fragilidad 'Frailomic', que lidera el doctor Leocadio Rodríguez Mañas, también codirector del ETES.
Se trata de uno de los trabajos epidemiológicos más ambiciosos realizado sobre la salud de las personas mayores y dentro de él se ha abierto una parcela específica sobre centenarios, que busca identificar a las personas que llegan a una edad tan avanzada para evaluar sus factores genéticos y establecer cómo llegar a los cien años con buena salud.
Cuando estos investigadores detectan a una persona centenaria acuden a verla, mantienen una entrevista centrada en su estado de salud y en cómo se encuentra funcional y cognitivamente y toman muestras de sangre y orina de ella y de sus hijos.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en Castilla-La Mancha hay unas 500 personas centenarias y en España, alrededor de 10.000: se estima que dos de cada diez mil españoles son centenarios; el 80 por ciento de ellos, mujeres.
El doctor García asegura que hay personas que llegan a los cien años "en excelentes condiciones de salud" y pueden ser "de muchísima ayuda" a los investigadores para saber más sobre esos factores biológicos relacionados con un envejecimiento longevo y saludable.
Sin embargo, la mitad de la población de más de 95 años sufre deterioro mental y funcional y, en líneas generales, la "prevalencia de deterioro cognitivo y discapacidad es muy alta".
Las expectativas indican que en el año 2040 España será el segundo país más envejecido del mundo y, además, avanzan que el grupo de mayores de 85 años crecerá un 80 por ciento en los próximos treinta años y que el número de centenarios se duplicará en solo una década.
Si la situación no cambia de forma importante, en seis décadas se podrá alcanzar una esperanza de vida de cien años y "no será infrecuente", añade el doctor García, conocer a personas que llegan a 110 y 112 años.
Este investigador afirma que no tenemos genes "que nos digan que estamos preparados para vivir solamente 123 años", que es el récord actual, sino que "tenemos múltiples genes implicados en el proceso de regeneración y de mantenimiento celular", algo que depende "mucho" del material genético de cada persona y de su entorno.
Por tanto, si ese entorno es "bueno" y se mantiene un estilo de vida saludable es posible que siga aumentando la edad máxima de vida. Y, para ello, una alimentación equilibrada, ejercicio, eliminar el tabaco y una ingesta moderada de alcohol son los factores "clásicos" a tener en cuenta.
García subraya que "más interesante" que llegar a esa edad avanzada es hacerlo con buena salud y, de hecho, la Unión Europea propone que en 2020 se haya incrementado en dos años la "esperanza de vida en salud", algo relacionado muy directamente con la ausencia de discapacidad.
"Es un objetivo realizable y posible, que significa, también, estar más tiempo manteniendo los roles que cada persona tiene, más tiempo inmerso en su sociedad y en su ambiente afectivo", agrega.