Un simple electrocardiograma puede pronosticar el riesgo de muerte súbita.


Los resultados de un nuevo estudio publicado el 21 de mayo de 2012 en la versión on line de Circulation muestran que una parte del electrocardiograma, el complejo QRS, incluso con una moderada prolongación puede indicar un incremento del riesgo de muerte cardiaca súbita.

Algunas Investigaciones previas han demostrado que el intervalo QRS prolongado en un electrocardiograma se asocia a un incremento del riesgo de muerte cardiaca súbita. Sin embargo, aún no se han identificado indicadores específicos de muerte cardiaca súbita en una población general con encuestas epidemiológicas extensas, según el investigador principal,  el Dr. Sudhir Kurl  de la Universidad del Este de Finlandia, Kuopio.

Kurl y sus colaboradores analizaron la relación del complejo QRS con la muerte cardiaca súbita en una muestra de 2049 hombres de 42 a 60 años de edad al inicio, con un seguimiento de 19 años. «Queríamos identificar nuevos indicadores clínicos útiles de muerte cardiaca súbita, ya que ésta suele ocurrir poco después del inicio de los síntomas y deja poco tiempo para las intervenciones clínicas eficaces, y el electrocardiograma en reposo es la herramienta diagnóstica utilizada con más frecuencia en el ejercicio clínico».

Durante el seguimiento llevado a cabo durante 19 años, se presentaron 156 muertes cardiacas súbitas en el estudio; como una variable continua, cada incremento de 10 ms en la duración del QRS se relacionó con un incremento del 27% en el riesgo de muerte cardiaca súbita. Los hombres que participaban en el estudio que tenían una duración de QRS de 110 ms — el quintil más alto — tuvieron 2,5 más probabilidades de sufrir muerte cardiaca súbita que los sujetos del estudio con un QRS menor de 96 ms — el quintil más bajo — después del ajuste con respecto a factores de riesgo demográficos y clínicos tales como edad, consumo de alcohol, infarto de miocardio previo, tabaquismo, concentraciones séricas de lipoproteína de baja y alta densidad, proteína C reactiva, diabetes de tipo II, índice de masa corporal, tensión arterial sistólica y aptitud cardiorrespiratoria.

Además de la duración del QRS, el tabaquismo, el IM previo, la diabetes de tipo 2, la aptitud cardiorrespiratoria, el índice de masa corporal, la tensión arterial sistólica y la proteína C reactiva también se relacionaron de manera independiente con un incremento del riesgo de muerte cardiaca súbita.

Los resultados de este estudio muestran que incluso una duración de QRS moderada — que supere 110 ms, lo que comprende bloqueos parciales de rama — representa un factor de riesgo para muerte cardiaca súbita. El riesgo persistió aun después de tomar en cuenta la función del ventrículo izquierdo.

Este estudio muestra que el ECG se debería hacer con regularidad para que el médico pueda evitar la muerte cardiaca súbita mediante el empleo de diversas intervenciones, en caso de que la duración del complejo QRS tenga mayor duración de lo normal.

Via:circ.ahajournals.org