La desgravación fiscal al aseguramiento sanitario privado.



La desgravación fiscal al aseguramiento sanitario privado tendría un efecto positivo tanto sobre el saldo fiscal como sobre el empleo en nuestro país. Así se ha puesto de manifiesto durante el taller de trabajo promovido por el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) en el XVIII Congreso Nacional de Derecho Sanitario, celebrado recientemente en Madrid, en el que se ha explicado que la incorporación de una deducción fiscal de, por ejemplo, el 15 por ciento a la suscripción privada de seguros voluntarios individuales de salud, para todo tipo de rentas, "además de la creación de más de 18.000 puestos de trabajo, podría llegar a ahorrar hasta más de 445 millones de euros al Sistema Nacional de Salud. Asimismo, supondría un ahorro medio de 300 euros/año en las familias de 4 miembros que contrataran seguros sanitarios privados y un posible incremento en la recaudación del Estado a través del Impuesto de Sociedades y otros tributos de más de 18,9 millones de euros", afirmaba Iñaki Peralta, vicepresidente del Idis.
"La sostenibilidad del sistema sanitario público de nuestro país está en entredicho porque no hay ingresos y porque existen una serie de desajustes que lo hacen difícilmente viable a medio y largo plazo, entre ellos la deuda de 15.000 millones de euros con los proveedores", recordaba Juan Iranzo, vicepresidente del Instituto de Estudios Económicos. En este contexto, este experto señaló que "el sistema sanitario público en España no es viable sin una colaboración profunda con el sector privado", al tiempo que realizaba algunas propuestas que podrían ayudar a hacer más eficiente la gestión de nuestro sistema sanitario: unificar las compras por comunidades autónomas; introducir incentivos con gestión privada o regular la sobredemanda, entre otras. Además, "es esencial potenciar las desgravaciones fiscales, medida que tendría un efecto positivo sobre el conjunto de la actividad del sistema, al tiempo que permitiría descargar de manera eficiente a la sanidad pública y crear empleo en el sector privado".
Teótimo Saez, secretario general de Segurcaixa Adeslas, compañía miembro del Idis, afirmaba por su parte que iniciativas como ésta "podrían ser palanca de las soluciones necesarias para sacar de la crisis al sistema sanitario actual, más si tenemos en cuenta el fenómeno del "doble aseguramiento" (ciudadanos con protección sanitaria de financiación pública que libremente deciden suscribir una póliza de salud), lo que implica que muchos ciudadanos con seguro sanitario privado no utilizan la red pública con el consiguiente ahorro para el Sistema Nacional de Salud".
"Hasta 1998, el IRPF permitía al contribuyente deducirse hasta el 15 por ciento de los servicios médicos y seguros privados de asistencia sanitaria que éste adquiriese libremente", explicó Fernando Peña, profesor de Sistema Fiscal de la Universidad de Alcalá de Henares. "Esta deducción era aplicable tanto a gasto directo (pago de consultas médicas, estancias hospitalarias, compra de medicamentos, etc.) como indirecto, es decir, contratación de pólizas de seguros de salud y asistencia sanitaria. En términos económicos, las deducciones por esta prestación pasaron de los 173,5 millones de euros en 1990 a 656,6, un incremento del 278,5 por ciento, por lo que en 1998 se aprobó la modificación del impuesto de la renta sobre las personas físicas eliminando dichas deducciones".
Sanidad privada y Ley de Dependencia
La Ley de Dependencia y la posible aportación de la colaboración público-privada a la misma también fue objeto de análisis durante la jornada organizada por el Idis. "Actualmente hay una tendencia imparable, sobre todo en los países desarrollados, hacia el envejecimiento y unas tasas de dependencia cada vez mayores, lo que implicará en un futuro no muy lejano, más gastos, necesidad de mayor número de residencias y más cuidadores, nuevos servicios que definirán un espacio sociosanitario. Esta es una realidad de la que no podemos escapar y para la que tenemos que estar preparados", señalaba Engracia Hidalgo, ex consejera de Hacienda y ex Consejera de Familia y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid.
"En la Ley de Dependencia, añadió Hidalgo, se configura como un derecho subjetivo el que tiene una persona dependiente a recibir con cargo a los presupuestos públicos, la atención para poder realizar las actividades básicas de la vida diaria. Ahora bien, la propia Ley prevé el papel de los seguros privados de dependencia. En aras a la eficiencia hemos de incentivar la contratación de seguros privados de dependencia, fomentando así la cultura del ahorro, que complementen, nunca que sustituyan, la acción protectora del Estado".
Con este escenario como telón de fondo, la ex consejera explicó que uno de los principales problemas que se deriva de la Ley de Dependencia es el de su sostenibilidad financiera en un futuro, ya que cada vez hay más gastos, al tiempo que apuntaba que " la colaboración público privada, también en la atención a la dependencia, puede traer consigo una mayor eficiencia, si se definen seguros de dependencia plenamente adaptados a las valoraciones, circunstancias, prestaciones y la realidad que está surgiendo tras cinco años de aplicación de la Ley".
"Actualmente, continuó, en el sistema nacional de atención a la dependencia hay 536.670 personas que están siendo atendidas en su domicilio lo que pone de manifiesto, dadas las prestaciones que la Ley establece,  que hay un espacio de posible desarrollo del sector sanitario privado que podría introducir; además de una mayor eficiencia, una atención de mayor calidad a las personas dependientes. Servicios como atender a tratamientos crónicos y paliativos en el hogar, consultoría médica, jurídica, social y psicológica, utilizar las TIC en la atención a la dependencia, suministrar financiación para la adaptación del domicilio de las personas dependientes, etc. que podrían conllevar a una disminución del uso, a veces innecesario, de los servicios sanitarios públicos, a la vez que una mayor comodidad y mejora  en la atención a las personas dependientes", concluyó Hidalgo.
Via: elmedicointeractivo.com

Ictus lacunares: dos inhibidores plaquetarios son demasiado.




Un instituto estadounidense del gobierno ha cancelado una rama del estudio SPS3 (Secondary Prevention of Small Subcortical Strokes) sobre la prevención del ictus, porque ha podio demostrar que la combinación de los medicamentos Clopidogrel y aspirina aumentaba la tasas de hemorragia severa y muerte más que la aspirina en monotratamiento.


El estudio realizado en 3,000 pacientes fue financiado por el National Institute of Neurological Disorders and Stroke  (NINDS), que publicó un  informe consultivo el mes pasado sobre terminación, antes de tiempo, de la rama de Clopidogrel-aspirina del estudio.


El estudio comenzó en 2003 e intentaba comprobar si Clopidogrel, un antiagregante plaquetario, junto con la aspirina, podría prevenir recidivas en pacientes que habían sufrido ictus subcorticales también llamados lacunares.


La medida de la suspensión del estudio se llevó a cabo tras conocer que el 6.5 % de los pacientes tratados con al combinación de medicametnts sufrió hemorragias graves mientras que los tratados con aspiri sólo tuvieron un 3,3% . La tasa de muertes también aumentó en el grupo de doble medicación con un 5,8% versus 4,1% de la aspirina sola.


Además,el análisis mostró que la combinación de Clopidogrel-aspirina no proporcionó una ventaja significativa en la prevención del ictus.


" Para el ictus ... la combinación no ofrece ninguna protección adicional, sino que sólo aumenta el riesgo de hemorragia severa y muerte," dijo Walter Koroshetz, director adjunto del NINDS.


Este nuevo estudio no afecta las indicaciones aprobadas ya de la combinación de Clopidogrel-Aspirina para prevenir infartos y otros eventos cardiovasculares en pacientes con síndrome coronario agudo, incluyendo la angina inestable.


Los investigadores continuarán con otra rama del estudio que intenta comprobar si la medicación antihipertensiva puede prevenir el ictus y la disminución cognoscitiva. Se espera acabar el estudio SPS3 para " la Prevención Secundaria de Ictus Subcorticales," en abril de 2012.


Para ser incluidos en el estudio SPS3, los pacientes habían sufrido ictus subcorticales en los seis últimos meses. Estos tipos de ictus causan daño a pequeñas áreas en el cerebro, y pueden predisponer a una persona a la demencia. Son generalmente de mejor pronóstico que otros ictus que pueden causar daño neurológico permanente, pero los ictus subcorticales o lacunares pueden repetirse y con el tiempo pueden aumentar así la lesión.


SPS3 era el primer estudio para probar la eficacia de  una combinación de Clopidogrel y aspirina como prevención de recidivas en pacientes con ictus subcorticales.

Via: Aerztezeitung.de