Alrededor de la mitad de los médicos no se vacunará contra la gripe A


Los médicos no están seguros de la eficacia de la vacuna contra el virus de la gripe A, según se desprende de las opiniones vertidas por algunos facultativos en el marco del “Foro sobre ética de las medidas para la protección de la población contra la gripe A”, organizado por el Consejo General de Colegios de Médicos, y del que también informaba EL MÉDICO INTERACTIVO en su edición de ayer.

Como consecuencia de ello, según indican algunas encuestas, alrededor de la mitad de los médicos no se vacunarán de la gripe A, contradiciendo así las indicaciones realizadas por el Ministerio de Sanidad y Política Social de que se vacune todo el personal sanitario. Las razones alegadas para la vacunación de los profesionales son por protección personal, por evitar contagiar a los pacientes, y para evitar el absentismo laboral.

Entre las causas de esa negativa a la vacuna destaca la falta de evidencia científica de que las vacunas aprobadas sean eficaces, tal y como expresó Mónica Lalanda, médico de urgencias, quien destacó que “de los 310 ensayos clínicos iniciados sobre la vacuna, tan sólo dos han concluido”. Además, esta experta subrayó que tan sólo entre el 5 y el 10 por ciento de los médicos padecen la gripe estacional, y sólo el 35 por ciento de los facultativos se vacunan de esta gripe, por lo que considera que “los médicos probablemente seamos menos contagiosos que el resto de la población”.

Por su parte, Rogelio Altisent, profesor de Bioética de la Facultad de Medicina de Zaragoza, subrayó que “es legítimo que el profesional tenga dudas”, alegando que “sólo con leer las fichas técnicas de estas vacunas aprobadas surgen varias preguntas, y es razonable esperar a tener una explicación”.

Para este experto en bioética cualquier intervención preventiva tiene que tener la evidencia científica de que el paciente obtendrá un beneficio, pero advirtió que podemos correr el riesgo de instaurar una “cultura de la prevención”, situación que tiene efectos secundarios como la industrialización de la salud, “donde descubrimos que el mercado de los sanos es mayor que el de los enfermos”, o la politización de la medicina, donde se produce una “política sanitaria defensiva en la que el beneficio político se pone por delante del bien común, que pasa a un segundo plano”, aseguró. Respecto a esto, Lalanda destacó que “no se puede convertir en debate político este tema”, y ha recalcado que le preocupa que “existen demasiados intereses y demasiados interesados” alrededor de la gripe A.


Via: elmedicointeractivo.com