¿Es la salud el nuevo motor de la economía española?


En momentos actuales de crisis económica quiero aportar mi granito de arena ofreciendo alguna idea en el campo de la economía.

-Cambio del paradigma económico: la economía de la salud puede ser el auténtico factor de crecimiento de la economía española y europea. En ningún otro campo podemos ser actualmente más competitivos con el resto del mundo. En España el mundo de la salud, si añadimos el sector farmacéutico y de las demás empresas de tecnología sanitaria, da empleo directo al 11,2 % de todos los trabajadores. Si añadimos además otros sectores relacionados con la salud como la prevención y rehabilitación, la industria alimentaria, la artesanía aplicada a la salud, los medios de comunicación de masas, arquitectura y planificación urbanística, biotecnología, telecomunicación, diseño de muebles especiales, educación en salud, técnica aplicada al medio ambiente, industria textil, editoriales, micro- y nanotecnología, investigación universitaria aplicada a la salud, informática médica, aseguradoras, turismo de salud y formación, podemos llegar al 20% de toda la población activa.

-Aunque el estado a través de todos sus medios de comunicación reitere una y mil veces lo de la gratuidad del Sistema Nacional de Salud (SNS), no por ello nos resultará gratuito. El gasto en salud en España en el año 2008 fue del 8,6% del PIB. Una cosa es el usuario y otra el cliente. Que le resulte gratuito al usuario en el SNS, no quiere decir que no haya alguien (todos nosotros) que pague.

-Un sector tan importante para la nación no puede, ni debe, estar tan participado por el Estado. El papel del estado tiene que ser el de regulador del marco en el que se tiene que mover el sector y el control de la calidad. El artículo 43.2 de la constitución española dice que le compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios. En ningún caso dice que tenga que ser necesariamente el Estado el prestador de los servicios.

-En España el 30% del gasto sanitario es privado. El 92% de este gasto privado se refiere a gasto a través de seguros médicos. Sólo el 8% es privado puro. Si las aportaciones a la financiación del Sistema Nacional de Salud son obligatorias para todos los españoles y extranjeros residentes en España a través de los impuestos generales del Estado, en algo falla el SNS para que el 30% del gasto en salud se realice a través de seguros privados complementarios.

-Para mejorar el SNS le hace falta un elemento competitivo. Por eso propongo que el SNS no se financie a través del los Impuestos Generales del Estado sino de las aportaciones de sus asegurados, como es el caso en Francia o Alemania. Existirá la obligatoriedad del aseguramiento médico, pero el ciudadano tendrá la opción de elegir entre asegurarse en un seguro público o en un seguro privado. Sea cual sea la opción que elija el ciudadano en cuanto a su seguro, tendrá a su vez la opción de escoger entre cualquier médico o institución hospitalaria sea del SNS o privado.

-El empleo público del SNS se tiene que regir por los mismos criterios y regulaciones que cualquier empresa privada.

-El turismo como segundo motor de la economía de España puede buscar la sinergia con la salud. España dispone de una infraestructura turística maravillosa que unida a la buena infraestructura sanitaria constituiría la perfecta sinergia en el turismo de salud. Podemos ofertar servicios de alta calidad en turismo de salud de forma competitiva a otros países, tanto europeos como de fuera de Europa.

Confío en que el mensaje haya sido lo suficientemente claro.