- 350 gramos de tallarines.
- 500 gramos de almejas.
- 1 cebolla.
- 1 puerro (la parte blanca).
- 1 diente de ajo.
- 2 cucharadas de perejil picado.
- 400 gramos de tomate frito.
- 3 cucharadas de aceite de oliva.
- Sal.
Mantenemos las almejas dentro de un recipiente con agua y sal durante 2 horas para que suelten la arena que suelen tener. Las lavamos y las abrimos en una sartén tapada a fuego vivo sin aceite ni agua. Una vez abiertas, las retiramos del fuego, colamos el jugo que hayan soltado y reservamos todo. Pelamos y limpiamos la cebolla y el puerro, troceamos en brounoisse (cuadradito muy pequeño) junto con el ajo. Calentamos el aceite en una cazuela baja y sofreímos ligeramente la cebolla junto con el ajo y el puerro sin que coja color dorado, agregamos el jugo de las almejas y una cucharadita de perejil y dejamos que cueza un minuto. Agregamos el tomate frito, incorporamos las almejas y cocemos el conjunto durante 2 minutos. Cocemos las cintas de pasta en abundante agua salada hirviendo, refrescamos en un escurre pasta bajo el chorro de agua fría, escurrimos, y salseamos inmediatamente con la salsa de almejas, damos un calentón a todo el conjunto. Espolvoreamos con el resto del perejil y servimos en el momento para que no se enfríe.
Via: consumer.es
De postre, unas natillas caseras, de las de toda la vida. Después del postre al que le apetezca y ya que la comida no es muy pesada, podemos dar un paseo para aligerar más todavía nuestro metabolismo.