La caída de pelo, un motivo frecuente de consulta médica

(26/03/2008).- Aunque la función básica del pelo es proteger de las agresiones medioambientales, lo cierto es que su valor estético actual es muy importante. De ahí que la alopecia sea uno de los motivos de consulta más frecuentes en medicina, y especialmente en dermatología, según ha explicado Ramón Grimalt, del Servicio de Dermatología del Hospital Clínico de Barcelona, y coordinador del libro Cuidemos de nuestro pelo, que se centra en analizar de forma didáctica cuáles son las causas más frecuentes de consulta por caída del cabello, cómo entenderlas y explorarlas para diagnosticarlas mejor.


"El 50 por ciento de los hombres a partir de 50 años son calvos, y entre el 15 y el 18 por ciento de las mujeres de la misma edad tienen problemas de calvicie", afirma Grimalt. Además, el problema principal al abordar la calvicie es que la población confunde desprendimiento con pérdida. Así busca solución en remedios milagrosos, cuya acción parece efectiva por la capacidad del cabello de renovarse espontáneamente.

Según Grimalt, es necesario incidir en la diferencia: el desprendimiento se produce a consecuencia del recambio estacional del cabello cada tres meses, mientras que la pérdida de pelo viene dada por una miniaturización del folículo hasta que desaparece, provocada por una predisposición genética sumada a la acción de las hormonas masculinas. "Existen 82 tipos de alopecias y el 95 por ciento de las consultas se producen por este motivo".

De ellas, la calvicie androgenética es la más común; cuenta con un tratamiento eficaz y preventivo que retrasa su aparición pero que pierde utilidad cuando ya está establecida. La caída de pelo en la mujer viene determinada por varios factores genéticos con mecanismos andrógeno-dependientes e independientes.

Otras calvicies provocadas por tratamientos con quimioterapia, por trastornos de la conducta alimenticia, por alteraciones hormonales y producidas tras un parto se recuperan con el tiempo y el tratamiento indicado. "El diagnóstico no es complicado".

Sin embargo, cuando el estrés acentúa las patologías dermatológicas previas su tratamiento se convierte en un reto. "Es necesario modificar todos los aspectos para mejorar la salud global". Se deben realizar cambios conductuales y utilizar psicofármacos, bien en combinación o no, además de un abordaje dermatológico que permita mejorar la calidad de vida del paciente.

Para abordar estos aspectos se ha creado la psicodermatología, que estudia las relaciones entre la piel y el estado de ánimo. La alopecia areata se relaciona con la existencia de otras enfermedades autoinmunes, y el estrés puede convertirse en un factor precipitante.

Falsos mitos
En relación con el pelo hay muchas creencias que en la conciencia popular se tienen por ciertas, y que no se sostienen. "Se cree que cortar el pelo hace que éste crezca más fuerte.

En realidad la raíz no recibe información retrógrada, por lo que cortarlo no cambia su ciclo de crecimiento". Así, lavar el pelo con mucha frecuencia no hace que se caiga ni que se estropee, ni los gorros le impiden respirar.