Investigan la relación entre ejercico y reducción del dolor


(08/03/2008).- Los investigadores de la Universidad Técnica de Munich y de la Universidad de Bonn, han demostrado la existencia de una endorfina que “eleva” a los corredores. En un estudio de imágenes (resonancia magnética) fueron capaces de demostrar por primera vez, un incremento en la liberación de las endorfinas en ciertas áreas del cerebro de los atletas durante una sesión de dos horas de carrera.

Estos resultados son especialmente relevantes para los pacientes que sufren daño crónico, porque el cuerpo produce opiáceos propios en determinadas áreas del cerebro que están implicados en la supresión del dolor. Los resultados del estudio se publican en el último número de Cerebral Cortex.
La práctica de deportes de resistencia ayuda a reducir el estrés, aliviar la ansiedad, mejorar el humor, y conseguir que descienda la percepción del dolor. La liberación que se produce al correr, regula la propia temperatura. La causa de estos efectos positivos en los sentidos no se había esclarecido hasta ahora.

La teoría más popular que se había considerado era, y sigue siendo, la Hipótesis de la Endorfina, que considera que existe un incremento en la producción de los propios opiáceos del cuerpo en el cerebro.

Sin embargo, desde ahora, las pruebas directas de esta teoría no son las mismas, por razones técnicas. Esto ha sido un motivo de controversia que ha provocado multitud de discusiones en los círculos científicos.

Los científicos confirman la hipótesis de la endorfina por primera vezEn el estudio participaron diez atletas que fueron sometidos a análisis antes y después de una carrera de larga distancia de dos horas, utilizando una técnica de estudio de imágenes del cerebro, llamada tomografía por emisión de positrones. Para ello utilizaron una sustancia radiactiva, la diprenorfina, que se une a los receptores opiáceos en el cerebro y compite con las endorfinas. “cuantos más endorfinas se producen en el cerebro, más receptores opiáceos son bloqueados”, señala Henning Boecker, coordinador del estudio.

Al comparar las imágenes obtenidas antes y después de la carrera de dos horas, el estudio demostró una significante pérdida de la diprenorfina. Por este motivo el cuerpo incrementa la producción de los opiáceos mientras realiza carreras de larga distancia. “Es interesante ver como las áreas afectadas del cerebro están localizadas preferentemente en el prefrontal y en las regiones limbicas conocidas por jugar un rol importante en el proceso emocional. Tras la carrera se observa un incremento importante en las tasas de euforia y de felicidad si se compara con las tasas encontradas antes de hacer el examen.

Se sabe que las endorfinas facilitan la supresión del dolor del cuerpo facilitando la forma de evitarlo y lo procesa en el sistema nervioso y el cerebro. El incremento en la producción de endorfinas resultante de las carreras de larga distancia sirve como un estimulo contra el dolor, y puede tomarse como una opción terapéutica que interesa mucho a la Asociación Alemana de Dolor Neuropático. “Estamos expectantes ante los resultados de la técnica de imágenes que actualmente estamos llevando a cabo en Bonn para investigar la influencia de la carrera de larga distancia sobre el proceso directo del dolor”, señala Boecker.

Si corremos es porque nuestros genes así lo quieren. El primer paso hacia la investigación de estas conexiones ya está dado.