El médico interactivo. Madrid (1-2-2008).- El acto médico completo, desde que el paciente pide cita para el especialista hasta que recibe el diagnóstico, dura una media de cuatro meses. Al menos así lo ha denunciado la OCU tras realizar un estudio sobre las listas de espera el sistema sanitario público, que ha detectado también que la espera para visitar a un especialista ronda los 57 días.
No hay grandes diferencias de una especialidad médica a otra, sin embargo sí las hay en los valores obtenidos en cada Comunidades Autónomas, señala la organización. La situación más grave se ha encontrado en Canarias, donde los pacientes entrevistados por OCU esperaron de media 277 días (9 meses) para ser atendidos por un especialista, le sigue Cantabria, con 100 días y el País Vasco, con 97 días de espera. En el otro extremo, Cataluña con 37 días de espera, y la Comunidad Valenciana y Navarra, con 38 son las que atienden con mas rapidez a sus pacientes.
La OCU ha realizado un estudio sobre la situación de las listas de espera en las 17 comunidades autónomas. Y, como se señala desde la organización, ente la ausencia de información pública sobre las listas de espera se ha entrevistado a 8.216 pacientes que durante el mes de julio de 2007 esperaban a ser atendidos por su especialista o para la realización de una prueba diagnostica. Un total de 72 centros de atención especializada y consultas externas, ubicados en 35 provincias fueron visitados. Se seleccionaron 10 especialidades médicas: Oftalmología, Neurología, Alergología, Dermatología, Ginecología, Urología, Cardiología, Traumatología, Cirugía y Otorrinolaringología, y 7 pruebas diagnósticas: resonancia magnética, ecografía, TAC, mamografía, pruebas de alergia, endoscopia y radiografía.
Para las pruebas diagnósticas la espera total media es de 44 días, según denuncia la OCU; que oscila entre los 30 días para la realización de una radiografía y los 54 días de resonancia magnética. Los tiempos de espera por comunidades autónomas son más homogéneos que para los especialistas, aunque siguen presentado importantes diferencias al oscilar desde los 18 días que esperaron los pacientes en el País Vasco hasta los 67 días en Galicia.
Es habitual que a los pacientes se les facilite junto a la cita para una prueba diagnóstica una nueva cita con el especialista para establecer el diagnóstico y tratamiento si procede. Si al tiempo de espera de esa segunda cita con el especialista se suma el tiempo esperado por el paciente para la primera cita, se obtiene el tiempo de espera total para el acto médico completo, que se fija en 121 días. Las esperas son mayores en el caso de alergólogos que solicitan una prueba de alergia, 134 días o neurólogo que manda una resonancia magnética, 128 días.
Hasta el momento un total de 10 comunidades autónomas cuenta con una normativa que garantiza que el paciente sea atendido en unos plazos máximos, permitiéndole para ello acudir a cualquier centro sanitario a costa de la administración. No obstante, según la OCU, también los plazos máximos presentan grandes diferencias. Así mientras que en Castilla La Mancha se puede hacer uso de este derecho a partir de los 7 días de espera para una prueba diagnóstica, en Baleares hay que esperar 60 días.
Si bien el panorama que se presenta no es positivo, el estudio de la OCU sí refleja una ligera mejoría de la situación respecto al estudio presentado por OCU en el 2004. Esta mejora se percibe especialmente en las pruebas diagnósticas con una reducción de 19 días en el tiempo de espera de los pacientes.
En lo que no ha mejorado sustancialmente la situación desde el año 2004 es en la escasa información que facilitan las comunidades autónomas sobre las listas de espera en atención especializada. En la mayor parte de los casos esta información es inexistente o cuando se publica, se hace con indicadores incompletos y sin una regularidad preestablecida. Las comparaciones entre comunidades autónomas es imposible y de ahí la necesidad del estudio realizado nuevamente por OCU, según se denuncia.
Un ejemplo de esta deficiente información es la utilización por la administración del indicador “tiempo medio de espera”, que a diferencia del estudio realizado por OCU no recoge el tiempo total que han esperado o que van a esperar los pacientes para ser atendidos, sino el tiempo que llevan esperando en un momento determinado los pacientes incluidos en la lista de espera.
Ante el panorama descrito, la OCU propone que los médicos de Atención Primaria pudieran prescribir ciertas pruebas diagnósticas que no requieran el paso previo por el especialista; y que se garanticen para todas las especialidades unos tiempos máximos de espera en las distintas etapas de la atención sanitaria. Además proponen que se reclame ante el Servicio de Atención al Paciente si se teme que el tiempo de espera puede empeorar la salud
La OCU se ha puesto en contacto con las 17 Comunidades Autónomas para darles traslado de los datos de su informe y solicitarles acciones eficaces en la reducción de las listas de espera no quirúrgicas y en concreto un sistema de información sobre las listas de espera que sea público, transparente, comparable; que todos los pacientes estén informados sobre las garantías legales que les asisten en caso de no cumplirse los plazos garantizados, aunque no sea ésta la solución al problema de las listas de espera; y que se agilice y facilite la derivación desde atención primaria a las pruebas diagnósticas que así lo permitan. Además proponen un mejor aprovechamiento de los recursos.
Y digo yo: ¿tiene la medicina privada en España los mismos problemas?