Expertos estadounidenses en nutrición han decidido cambiar la pirámide alimenticia de las personas mayores. Han incluido, como sustancias fundamentales, la fibra, el calcio y las vitaminas D y B12.
La fibra se encuentra en las verduras, legumbres, frutas y frutos secos. Aunque algunos tipos tienen más contenido en fibra que otros, la ventaja es que existe una amplia gama entre la que elegir.
Las nueces, avellanas o los higos secos contienen, además de mucha fibra, calcio, otro de los componentes fundamentales de una dieta equilibrada en las personas mayores de 65 años. También son ricos en calcio los productos lácteos -especialmente el queso manchego curado-, las sardinas en aceite o el marisco.
Las vitaminas son otros componentes que deben formar parte de la dieta sana de los ancianos, en especial la D y la B12. La primera se encuentra, sobre todo, en los productos lácteos y el pescado, mientras que la B12 abunda en los huevos y en la carne.