Recetas para adelgazar: potaje de garbanzos con albóndigas

INGREDIENTES (para 4 personas)
  • 250 gramos de garbanzos.
  • 150 gramos de zanahoria.
  • 50 gramos de cebolla.
  • 1 tomate maduro.
  • 1 diente de ajo.
  • 2 cucharadas pequeñas de pimentón dulce.
  • 1 decilitro de aceite de oliva virgen.
  • Sal.

Para las albóndigas:

  • 200 gramos de carne de ternera picada.
  • 50 gramos de carne de cerdo picada.
  • 1 huevo.
  • 1 diente de ajo.
  • Perejil.
  • 30 gramos de miga de pan remojada en leche.
  • Sal.
CÓMO SE ELABORA:
La noche anterior, dejamos los garbanzos en remojo, en agua templada y con una pizca de sal. Al día siguiente los deslavamos. En una cazuela, introducimos agua limpia a calentar. Cuando empiece a hervir, añadimos los garbanzos. Los cocemos a fuego lento durante una hora, quitando la espuma que vaya saliendo del cocido (también podemos recurrir a garbanzos de bote en conserva). Mientras los garbanzos se cuecen, pelamos la zanahoria y la cortamos en 'brounoisse' (cuadraditos muy pequeño). Asimismo, pelamos y picamos finamente la cebolla y el tomate y pelamos el diente de ajo. Pasada la primera hora de cocción de los garbanzos, añadimos la zanahoria. Ponemos un poco de sal y seguimos manteniendo los garbanzos a fuego lento.
En una sartén, calentamos aceite y freímos el diente de ajo, la cebolla y el tomate. Cuando empiecen a dorarse, añadimos el pimentón y removemos la mezcla rápidamente mientras agregamos el tomate. Lo rehogamos todo hasta que se elabore el sofrito, que añadiremos a los garbanzos. Probamos el punto de sal y lo rectificamos si fuera necesario. Presentamos el plato de garbanzos con las albóndigas de acompañamiento, todo en el mismo plato.

Elaboración de las albóndigas:

Para elaborar las albóndigas, mezclamos las carnes de ternera y de cerdo. Añadimos a esta primera mezcla la miga de pan remojada en leche y escurrida, el diente de ajo y perejil picados, el huevo, la sal y la pimienta (estos últimos ingredientes son opcionales). Mezclamos bien, hasta formar una masa homogénea que dejaremos reposar en del frigorífico durante 30 minutos.
Pasado este tiempo, sacamos la mezcla del frigorífico, formamos las bolas de las albóndigas y posteriormente las pasamos por harina (para que este proceso sea más rápido, también podemos optar por comprar albóndigas frescas preparadas). Calentamos en una sartén el aceite, freímos las albóndigas y, a medida que se van dorando, las pasamos a una cazuela. Terminamos la cocción de las albóndigas cocinándolas con los garbanzos, 20 minutos a fuego lento.

Algo tan castizo como un potaje con albóndigas necesita un contraste con algo éxotico. Hoy nos permitiremos de postre unos lichis. Los hay ya en casi todos los super- o hipermercados. Mejor frescos que en lata.

La primera vez que pedí lichis frescos en un restaurante chino, en Málaga, en mi etapa de estudiante universitario, me preguntó el camarero, chino, si sabía como comerlos. Para evitar dar la impresión de cateto afirmé rotundamente. Cuando me los trajo y yo intenté abrir uno, el camarero chino, con una "diplomacia exquisita" , me lo arrebató de la mano y exclamó delante de todos los comensales, en voz bastante alta:

Usted no comel en su vida un lichi!, Usted no tenel idea como comel lichis!

Por lo menos, mientras lo decía intentaba esbozar una leve sonrisa. Con movimientos algo bruscos me demostró como se hace, que es más o menos como cascar un huevo. Yo tenía veintitrés o veinticuatro años. Estaba en compañía femenina. Nunca más me he vuelto a poner tan rojo como entonces.

Hace ya muchos años que creo que no me pongo rojo por casi nada. También es esto una pena.