Nueva York (11/12/2007).- La clave para reducir el riesgo de mortalidad al menos durante cinco años está en la dieta mediterránea y en la actividad física.
Un estudio ha cuantificado vitalmente estos dos hábitos saludables: durante cinco años la probabilidad de fallecer disminuye. El trabajo, dirigido por Panagiota N. Mitrou, del Instituto Nacional del Cáncer, en Bethesda, y actual profesor de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), ha analizado a 380.296 personas de 50 a 71 años sin enfermedades crónicas procedentes de seis estados americanos entre 1991 y 1996.Los científicos indagaron en el tipo de alimentación que seguían estos individuos y que clasificaron como dieta mediterránea cuando incluía determinada proporción de legumbres, frutas, verduras y grasas monoinsaturadas; la mortalidad fue menor entre quienes la consumían.