Fruta, verdura y pescado protegen contra el asma y la EPOC


Distintos estudios publicados en revistas médicas coinciden en que la dieta mediterránea contribuye a mantener la salud del sistema respiratorio y a evitar la aparición de algunas enfermedades como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que es hoy la cuarta causa de mortalidad en el mundo desarrollado.
Según recuerda la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) en un comunicado, las manzanas y los tomates podrían ser los alimentos más eficaces en la protección frente el asma y las demás afecciones respiratorias. Añade que la baja ingesta diaria de vitamina E se asocia a un incremento de los síntomas de las personas asmáticas. Asimismo, un bajo consumo diario de fruta y ácidos omega-3 se asocia con un aumento de los síntomas de la EPOC y el asma.
Las evidencias de que el consumo habitual de frutas, hortalizas, cereales integrales y pescado tiene claros resultados preventivos en cuanto al asma y al EPOC se han ido acumulando en los últimos años. Estudios publicados en revistas como "Thorax" indican que las personas que siguen la dieta mediterránea podrían tener hasta un 50% menos de probabilidades de desarrollar estas enfermedades respiratorias en comparación con aquellos individuos acostumbrados a alimentarse preferentemente con productos procesados y otras sustancias ricas en grasas y azúcares.
Otra investigación reciente, realizada por la Universidad de Nottingham (Reino Unido) sugiere que las manzanas y los tomates podrían ser los alimentos más eficaces en la protección contra el asma y las demás afecciones respiratorias. Los científicos británicos estudiaron la dieta de 2.633 pacientes neumológicos y les midieron la capacidad pulmonar. Los resultados del estudio concluyeron que aquellas personas con mayor capacidad pulmonar habían consumido más de cinco manzanas a la semana y tomates bastante a menudo.
El rico aporte de vitaminas, antioxidantes y omega-3 de los alimentos típicos de la dieta mediterránea, "ayudan a mantener la salud pulmonar", tal como explica el Dr. Javier de Miguel, del área de trabajo de Insuficiencias Respiratorias de la SEPAR.
Por su parte, la Dra. Cristina Martínez, neumóloga del Instituto Nacional de Silicosis de Oviedo y miembro de SEPAR, señala, además que "según se desprende de los resultados de estudios realizados en adolescentes, la nutrición debe de cuidarse de forma especial en esta época de la vida. Los chicos y chicas que consumen una cantidad adecuada de frutas y pescado alcanzan una mejor función pulmonar que aquellos que no ingieren los suficientes nutrientes".
Por ello, la Dra. Martínez destaca la importancia de añadir el fomento de la dieta mediterránea como un objetivo entre los adolescentes, ya que esta etapa de la vida es especialmente importante por el rápido desarrollo de la función pulmonar, igual que sucede con todo el organismo. "Muchos adolescentes no consumen los niveles adecuados de fruta, verduras, vitaminas C y E y ácido omega-3 en su dieta diaria, lo que se asocia a unos valores menores de su función pulmonar y a un incremento de síntomas respiratorios. Se debe fomentar la inclusión de alimentos como la fruta, la verdura y el pescado entre los adolescentes que les ayuden en su correcto desarrollo y protejan su salud pulmonar".
Pacientes asmáticos
En el caso de los pacientes asmáticos, el dióxido de carbono y el ozono del aire afectan a la mucosa de las vías aéreas, perturbando su funcionamiento e impidiendo la reparación de estas estructuras inflamadas. De ahí que los neumólogos recomienden cada vez más la presencia en la alimentación de ciertos micronutrientes -vitaminas y antioxidantes- que protegen al organismo del daño producido por sustancias tóxicas. Entre estos nutrientes cabe destacar las vitaminas A y C y el magnesio.
Entre otras múltiples funciones, señala el Dr. De Miguel, neumólogo del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, de Madrid, el magnesio favorece la dilatación bronquial, relajando la musculatura propia de estas estructuras, y reduciendo la inflamación de la vía aérea en general. "Por este motivo -añade-, es importante incluir en la alimentación cotidiana alimentos tales como cereales, nueces, vegetales de hoja y productos lácteos. También el pescado constituye una buena fuente de magnesio, a la vez que aporta un tipo especial de ácidos grasos, los famosos ácidos grasos omega 3, que tienen propiedades antiinflamatorias".
Gripes y resfriados
En cuanto a la vitamina A, la recomendación de su inclusión en la dieta se debe a que favorece la vitalidad de las mucosas, entre las que se cuentan las del árbol respiratorio. "Si la mucosa se encuentra sana, tanto los cilios como la elaboración de mucosidad pueden actuar como barrera defensiva frente a sustancias contaminantes o frente a bacterias y virus respiratorios", explica el Dr. De Miguel. Los alimentos que aportan una buena cantidad de vitamina A o carotenos (sustancias que se transforman en vitamina A) son los huevos, el hígado, los lácteos, los vegetales de hoja, las hortalizas amarillas (zapallo, zanahoria, calabaza), las frutas rojas y el brócoli.
La vitamina C, por otra parte, no sólo es un buen antioxidante, sino que también constituye una eficaz ayuda para la prevención de infecciones respiratorias, además de favorecer la reparación de los tejidos inflamados. La vitamina C se encuentra en abundantes cantidades en las frutas (especialmente los cítricos) y en las hortalizas frescas.