INGREDIENTES (para 4 personas)
- 250 gramos de macarrones.
- 200 gramos de brécol.
- 40 gramos de queso rallado.
- 30 gramos de mantequilla.
- ½ litro de salsa bechamel.
- Sal.
- 1/2 litro de leche.
- 3 cucharadas de harina de maíz.
- 30 gramos de mantequilla.
- Sal y nuez moscada.
Cocemos los macarrones en una cazuela con agua hirviendo con sal, mientras precalentamos el horno para gratinar. Una vez que estén cocida la pasta, la refrescamos con un chorro del agua fría, escurriéndola bien y reservándola engrasada con un poco de aceite para que no se pegue.
Cocemos el brécol unos 10 minutos en agua hirviendo con un poco de sal y dejamos al dente (un poco tierno en el centro).
Preparamos la salsa bechamel: En un cazo derretimos la mantequilla y retiramos del fuego. Añadimos la harina de maíz, la leche fría, la sal y la nuez moscada, y removemos hasta formar una crema sin grumos. Volvemos a colocar la salsa en el fuego y continuamos removiendo con una varilla de madera hasta que hierva por espacio de unos segundos. Añadimos el queso rallado a la salsa bechamel. En una fuente apta para el horno y que la podamos usar de servicio, extendemos un poco de mantequilla, ponemos sobre ella una capa de macarrones y otra de salsa bechamel, alternando así hasta terminar los macarrones. Cubrimos la última capa con el brécol cocido y la salsa bechamel. Introducimos en el horno para que se caliente el conjunto y gratinamos unos minutos.
La pasta es un alimento con muchas posibilidades en la cocina. Se puede acompañar de un gran número de ingredientes y normalmente tiene una buena aceptación tanto por mayores como por pequeños. En este caso los macarrones se acompañan con brécol y salsa bechamel. El principal nutriente de la pasta son los hidratos de carbono complejos, mientras que el brécol es fuente de diferentes vitaminas y minerales así como de sustancias con acción antioxidante, grandes aliadas de nuestra salud.
De postre, una naranja, que ya han aparecido por el mercado.