El Ministerio de Sanidad y Consumo lanza la campaña "Alimenta tus buenos hábitos" para prevenir las enfermedades cardiovasculares



Madrid (21-11-07).- Alimenta tus buenos hábitos. Una dieta rica en hábitos saludables es la propuesta del Ministerio de Sanidad y Consumo para prevenir las enfermedades cardiovasculares, que hoy constituyen la primera causa de muerte, por delante del cáncer, en el conjunto de la población española.

La campaña, con una inversión de 3.400.000 euros, se dirige a toda la sociedad y propone la adopción de hábitos saludables en la vida cotidiana y el control regular de los factores de riesgo como medidas de gran eficacia en la prevención de estas patologías, “un pequeño esfuerzo que conlleva un gran beneficio”.

La hipertensión arterial, la enfermedad coronaria o cardiopatía isquémica, la enfermedad valvular cardiaca, el accidente cerebrovascular y la enfermedad cardiaca reumática son las patologías cardiovasculares que constituyen en España la primera causa de muerte: en 2005, 3 de cada 10 muertes en este país fueron a causa de una enfermedad cardiovascular (126.907 fallecimientos en 2005, el 32,76 por ciento de todas las defunciones).

A pesar de estos datos, los expertos coinciden en que las enfermedades cardiovasculares son prevenibles de forma integral: antes de que ocurran, mediante la detección precoz, y en sus impactos negativos una vez que se han manifestado.

De hecho, se estima que en torno a un 75 por ciento de las causas de estas enfermedades están relacionadas con factores que se pueden evitar: el tabaquismo, el sedentarismo, la hipertensión, el colesterol alto, la diabetes o la obesidad.

Tanto en personas sanas como en afectadas por alguna de estas patologías, la prevención y el control de los factores de riesgo son las mejores herramientas para reducir la incidencia de enfermedades cardiovasculares en la sociedad.

La prevención y la adopción de una dieta rica en buenos hábitos incluyen, entre otras, las siguientes medidas: seguir una dieta saludable, realizar ejercicio físico regular, controlar el peso, mantener una presión arterial adecuada, abandonar el tabaco y controlar de manera regular los factores de riesgo.

En el caso de las personas afectadas por alguna enfermedad cardiovascular, pueden añadirse, además, las siguientes recomendaciones: implicación y responsabilidad en el control de su enfermedad; seguimiento de las recomendaciones de su médico; seguimiento del tratamiento farmacológico adecuado; buen control de los niveles de glucosa en la sangre, colesterol y presión arterial; dieta baja en grasa, sal y colesterol, así como potenciar el consumo de frutas y verduras (contienen fibra y vitaminas que ayudan a mejorar la glucemia).

Los principales factores de riesgo cardiovasculares incluyen la presión arterial alta, el colesterol elevado, la diabetes, la obesidad, el tabaquismo, los antecedentes familiares y la edad.

  • · Hipertensión arterial. Aumenta el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular, derrames cerebrales, problemas de los ojos y los riñones y enfermedades del sistema nervioso, ya que hace que el corazón trabaje en mayor medida. Las personas hipertensas que además son obesas, fuman o tienen niveles elevados de colesterol en sangre, tienen un riesgo mucho mayor de sufrir una enfermedad del corazón o un accidente cerebrovascular. Según los expertos, el control adecuado de la hipertensión arterial podría prevenir, en un tiempo razonable, el 20 por ciento de la mortalidad coronaria y el 24 por ciento de la cerebrovascular en España. Además, la presión arterial alta es muy común entre las personas con otros factores de riesgo cardiovascular, como la hipercolesterolemia o la diabetes.
  • · Colesterol elevado. Es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular. Cuando la sangre contiene demasiadas lipoproteínas de baja densidad, éstas comienzan a acumularse sobre las paredes de las arterias y forman una placa que da origen al proceso de la enfermedad denominada arterioesclerosis. Si se forman placas de colesterol en las arterias coronarias que riegan el corazón, existe un mayor riesgo de sufrir un ataque al corazón.
  • · Diabetes. Los problemas del corazón son la principal causa de muerte entre diabéticos, especialmente de los que sufren de diabetes del adulto o tipo 2. En este caso son responsables de más del 50 por ciento y hasta de un 80 por ciento de las muertes, así como de una importante morbilidad y de la pérdida de calidad de vida.
  • · Obesidad y sobrepeso. El peso excesivo puede elevar los niveles de colesterol total, causar hipertensión y aumentar el riesgo de enfermedad arterial coronaria. La obesidad aumenta las probabilidades de adquirir otros factores de riesgo cardiovascular, especialmente hipertensión, niveles elevados de colesterol en sangre y padecer diabetes.
  • · Tabaquismo. Eleva de forma apreciable el riesgo de enfermedad cardiovascular y de enfermedad vascular periférica. Fumar también aumenta la presión arterial, lo cual aumenta, a su vez, el riesgo de un ataque cerebral en personas que sufren de hipertensión. Aunque la nicotina es el agente activo principal del humo del tabaco, otros compuestos y sustancias químicas, como el alquitrán y el monóxido de carbono, contribuyen a la acumulación de placa grasa en las arterias, posiblemente por lesionar las paredes de los vasos sanguíneos. También afectan al colesterol y a los niveles de fibrinógeno, lo que incrementa el riesgo de formación de coágulo sanguíneo, que puede provocar un ataque al corazón.
  • · Inactividad física. Las personas inactivas tienen un mayor riesgo de sufrir un ataque al corazón que las personas que hacen ejercicio regular. El ejercicio quema calorías, ayuda a controlar los niveles de colesterol y la diabetes, y disminuye la presión arterial. También fortalece el músculo cardíaco y hace más flexibles las arterias. Las personas que hacen ejercicio físico tienen una expectativa de vida superior a la de las sedentarias. Incluso el ejercicio de intensidad moderada, como pasear, es beneficioso, si se hace con regularidad.
  • · Antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular. Los antecedentes familiares constituyen un factor de mayor riesgo. Por ejemplo, si los padres o hermanos padecieron de un problema cardíaco o circulatorio antes de los 55 años de edad, la persona tiene un mayor riesgo cardiovascular que otra sin esos antecedentes familiares.
  • · Edad. Las personas mayores tienen más riesgo de sufrir enfermedades del corazón. Aproximadamente, cuatro de cada cinco muertes debidas a una enfermedad cardiaca se producen en personas mayores de 65 años de edad.