El corazón artificial es útil también en mujeres


Orlando. (02/11/2007).- Los pequeños dispositivos de asistencia ventricular implantables, más conocidos como corazones artificiales, duplican el beneficio en mujeres cuando se utilizan como puente al trasplante, según los datos presentados por Roberta Bogaev, del Instituto del Corazón de Texas, en Houston, en la Reunión Anual de la Asociación Americana del Corazón, que comenzó ayer en Orlando.

"El hecho de que estos sistemas ofrezcan beneficios en las mujeres es muy significativo, puesto que hasta ahora, por su tamaño, no se podían emplear en mujeres de estatura baja. Ahora hemos demostrado que las bombas externas también son de utilidad en las mujeres".

El dispositivo, denominado HeartMate II, es un sistema de asistencia ventricular implantable que sostiene la contractilidad cardiaca de los sujetos con insuficiencia cardiaca congestiva y con pocas opciones terapéuticas. Funciona con una batería externa que tiene que llevar el paciente.

Los datos presentados por Bogaev se desprenden de un estudio en fase II en pacientes a los que se les implantó el dispositivo de asistencia ventricular como puente al trasplante. Se seleccionaron 231 pacientes, de las que 52 eran mujeres tratadas en 40 centros de trasplante de Estados Unidos. "Es el primer estudio que incluye a tantas mujeres, puesto que en la mayoría sólo se llega hasta el 10 por ciento de mujeres".

Características comunes
Las seleccionadas tenían una edad que oscilaba entre los 20 y 69 años, mientras que la de los hombres era de entre 17 y 68 años. La causa de la insuficiencia cardiaca era similar en los dos grupos: enfermedad arterial coronaria. Algunos participantes del estudio, los que pertenecían al Instituto del Corazón de Texas, recuperaron la suficiente funcionalidad cardiaca como para no necesitar un trasplante.

Así, del trabajo se desprende que la supervivencia con el dispositivo es similar en los dos sexos, que el tiempo medio de implantación de la bomba fue de 175 días en las mujeres y de 130 para los hombres y que la contracción del ventrículo derecho, necesaria para la implantación del dispositivo, se produjo en 10 pacientes: 9 por ciento mujeres y 4 por ciento hombres.

Seis pacientes, el 3,3 por ciento de mujeres y el 2,2 por ciento de hombres, sufrieron un ictus a los dos días después de la cirugía. En doce pacientes, el 13,6 por ciento de mujeres y el 5 por ciento de hombres, los ictus se presentaron pasados los dos primeros días después de la cirugía. "Como es un pequeño número de pacientes, se necesita seguir más tiempo para determinar si estos resultados son buenos en mujeres".

A los tres meses, el 76 por ciento de las mujeres y el 57 por ciento de los hombres pudieron andar más de 200 metros.

Aumento de la EAP
La prevalencia de la enfermedad arterial periférica (EAP) está aumentando en Estados Unidos, según ha puesto de manifiesto Andrew Sumner, del Hospital Lehigh Valley, en Allentown, en la Reunión Anual de la Asociación Americana del Corazón, que se está celebrando en Orlando.

El citado grupo ha examinado la prevalencia asociada con factores de riesgo como obesidad, diabetes, hipertensión y tabaco, en 5.376 participantes mayores de 40 años y sin historia previa de enfermedad cardiovascular. Se ha determinado que la prevalencia aumentó un 3,7 por ciento en la encuesta de 1999-2000, un 4,2 por ciento en la de 2001-2002 y un 4,6 por ciento en la de 2003-2004.

Uno de los problemas que ha comentado el especialista es que los médicos no se han dado cuenta del aumento de la enfermedad arterial periférica, sobre todo en los pacientes con factores de riesgo, y "es una circunstancia de la que se debería informar para poder establecer pautas preventivas y terapéuticas".