En un camión camino de Nueva York, dos inmigrantes ilegales, Juan y Pedro, charlan sobre sus vidas. Pedro va a la ciudad para conocer a su padre, un hombre que le abandonó cuando era pequeño y que se ha convertido en el rico propietario de un restaurante.
La única pista que tiene es una carta que le dejó su difunta madre con el nombre y la dirección de su progenitor. Tras una larga siesta, Pedro se despierta ya en Brooklyn. Su carta ha desaparecido y Juan está a punto de hacerse pasar por él.
"Padre Nuestro" es un thriller poco convencional que une los problemas de la inmigración con los dramas personales de sus protagonistas. El elemento de suspense corre a cargo de la suplantación de personalidad y de la carrera por la supervivencia que inicia Pedro en un país del que desconoce hasta el idioma. Las sorpresas en el argumento son constantes, desde la verdadera ocupación del padre de Pedro, hasta la aparición de una chica hispana con dudosas intenciones.
En apariencia, "Padre nuestro" es una película de suspense acerca de un caso de identidad robada. Sin embargo, a un nivel más profundo, trata de las relaciones en el seno de la familia y de la ambigüedad de la moral. El núcleo de la película es un retrato del laberinto de mentiras y esperanzas frustradas que representa Nueva York, una ciudad donde la mayoría de sus habitantes viene de fuera y donde la familia no se define por lazos de sangre, sino por experiencias compartidas y por la necesidad de un vínculo.
Christopher Zalla, concibió su ópera prima poco después de los atentados del 11-S en Nueva York. Quería hacer una película en homenaje de la ciudad, pero que mostrara las fronteras que en ella existen: ricos y pobres, neoyorquinos e inmigrantes. Los particulares lazos afectivos que se tejen entre todos estos inmigrantes han sido uno de los motivos para que la cinta se alzara con el Premio del Jurado en Sundance 2007.
Es la vida misma. No es una película de la que se sale más feliz. Sin embargo es una obra maestra y os aconsejo a todos que la veáis.