Pie de atleta


Una de cada cuatro personas se ve afectada por infecciones en la piel producidas por hongos. La más frecuente de estas infecciones es el Pie de Atleta.¿Qué es el Pie de Atleta? El Pie de Atleta es una infección fúngica que afecta la piel de los pies. Sus síntomas más frecuentes son:
  • Enrojecimiento
  • Picor
  • Sensaciones de quemazón
  • Grietas o escamación de la piel entre los dedos de los pies.
  • Ampollitas o pequeñas escamas en la planta
¿Cómo se contrae? Los hongos encuentran en los ambientes húmedos (piscinas, saunas, duchas, gimnasios , zonas públicas…) condiciones especialmente favorables para su desarrollo. Una persona sana al caminar descalza pierde constantemente escamitas finísimas de la piel y las reparte invisiblemente por el suelo. En las personas ya infectadas, estas escamitas contienen esporas de hongos que pueden infectar fácilmente a otras personas al entrar en contacto con la piel.
¿Cómo puede prevenirse?
  1. Secar bien los pies después de lavarlos, especialmente entre los dedos.
  2. No dejar los pies en agua caliente más de 10 minutos.
  3. Cambiar los calcetines y el calzado diariamente. Siempre que sea posible, llevar zapatos transpirables de piel o materias naturales.
  4. Evitar las rozaduras causadas por zapatos que no se ajusten adecuadamente.
  5. Utilizar zapatillas en gimnasios, piscinas, vestuarios y duchas.
  6. Si usted o algún miembro de su familia padece pie de atleta, evite caminar descalzo por alfombras y moquetas.
  7. Para evitar la nueva aparición del pie de atleta es aconsejable espolvorear calcetines y zapatos con un antifúngico en polvo.
¿Cómo se trata?El tratamiento es relativamente fácil
  • Aplicar un antimicótico (consulte a su médico) de 2 a 3 veces al día y continuar aplicándolo de 2 a 3 semanas después de la desaparición de los síntomas.
  • Lavar los pies cada día y secarlos cuidadosamente, sobre todo entre los dedos. A continuación aplicar el antimicótico.
  • Para reforzar el tratamiento es aconsejable emplear una presentación en polvo durante el día (mantiene seca la piel) y otra en crema durante la noche (asegura la máxima absorción del principio activo).
  • También es importante una higiene personal adecuada y la utilización de una toalla de algodón límpia cada vez.