Recetas para adelgazar: albóndigas de garbanzos

INGREDIENTES (para 4 personas):
400 gramos de garbanzos cocidos en conserva.
Dos huevos.
1 decilitro de leche
1 diente de ajo.
Pan rallado.
Semillas de sésamo para rebozar.
¼ litro de aceite para freír.
Algo de sal.

Salsa de verduras:
1 cebolla pequeña.
1 zanahoria.
1 calabacín.
1 tomate.
2 dientes de ajo.
1 cucharada de harina.
6 cucharadas de aceite de oliva.
Algo de sal.

CÓMO SE ELABORA:
Escurrimos, deslavamos y volvemos a escurrir los garbanzos de la conserva. En un recipiente amplio mezclamos los huevos, la leche, un diente de ajo y un poco de sal. Trituramos con la batidora eléctrica hasta que se forme una pasta. Añadimos lentamente el pan rallado hasta conseguir una masa que sea manejable y con la que podamos hacer las albóndigas. Hacemos bolitas, no muy grandes, y se rebozan en un plato con las semillas de sésamo. Las doramos en la sartén con aceite. Posteriormente las sacamos de la fritura y las escurrimos en un plato con papel de cocina para recoger el exceso de aceite. Acompañamos de una salsa de verduras.

Elaboración de la salsa de verduras:

Con un poco de aceite en una cazuela baja, sofreímos la cebolla cortada en tiras, el diente de ajo, la zanahoria pelada y cortada en rodajitas, el calabacín en rodajas y el tomate troceado. Una vez sofrita la verdura, añadimos una cucharada de harina, sofreímos de nuevo con la verdura y, a continuación, se vierten dos vasos de agua, dejando que cueza por espacio de 5 minutos. La salsa se pasa por el pasapurés y con ella se salsean las albóndigas.

Las albóndigas de garbanzos, además de ser un modo de hacer la alimentación más variada, pueden suponer una buena alternativa parar ofrecer legumbre a personas que no suelen consumirlos con demasiado agrado, como es el caso de los niños. Para elaborar estas curiosas albóndigas se emplean garbanzos junto con otros ingredientes como hortalizas, ricas en vitaminas y minerales, pan rallado, fuente de hidratos de carbono y huevo, fuente de proteínas de alta calidad. El rebozado de sésamo enriquece a la receta en minerales, entre los que destaca el calcio. Conviene no olvidar que las albóndigas se cocinan fritas, por lo que el plato va a poseer un contenido graso y calórico a tener en cuenta. En conjunto, es un plato muy completo, que acompañado de una ensalada y una fruta cítrica de postre, formaría una comida completamente equilibrada.