Muerte súbita en jóvenes deportistas


Entre el 74 y el 94 por ciento de las muertes súbitas que ocurren en el mundo del deporte son de origen cardiovascular, afirmó la presidenta del Grupo de Trabajo de Cardiología del Deporte de la Sociedad Española de Cardiología, la doctora Araceli Boraíta Pérez.

Así, según esta experta, también responsable de Cardiología del Consejo Superior de Deportes, casos como el del recientemente fallecido jugador de fútbol del Sevilla, Antonio Puerta, son relativamente frecuentes en jóvenes deportistas. Según los datos manejados por la doctora Boraíta, estos sucesos suelen producirse en personas menores de 30 años, aficionados al deporte o deportistas de élite y las causas más frecuentes son: las miocardiopatías, entre las que se encuentran la miocardiopatía hipertrófica y la miocardiopatía arritmogénica; las anomalías congénitas en las arterias coronarias; y la patología aórtica.

Esta experta se refirió en concreto a la miocardiopatía arritmogénica. "Es muy difícil de diagnosticar, siendo la primer causa de muerte en la serie necrósica española e italiana de muerte súbita".

No obstante, según aseguró, "más de un 30 por ciento de las muertes súbitas siguen quedando como de causa indeterminada" porque, como indicó dicha cardióloga, "en muchos casos la anatomía patológica no es capaz de concluir cuál ha sido la patología que ha producido esta muerte". En estos casos, personas aparentemente sanas sufren un síndrome arritmogénico, relacionado con el deporte o con el ejercicio físico intenso que puede desencadenar una arritmia que puede llevar a una parada cardiaca o a una parada cardiopulmonar.

Por este motivo, esta especialista ha recomendado que, a aquellos deportistas que van a hacer deporte o actividad física intensa, se les realice un estudio destinado a buscar posibles patologías que puedan producir muerte súbita.

A su juicio, dicho estudio debe contener "como mínimo, una historia clínica, una exploración cardiovascular, un electrocardiograma y, en caso de estar sometiendo de forma repetida a entrenamiento y a competiciones, se debería incluir en los menores de 30 años un ecocardiograma, una prueba de esfuerzo y si es necesario un Holter de 24 horas".

Esta miembro de la SEC insistió, por otra parte, en poder disponer de un desfribilador “que, realmente, es el arma técnica más eficaz, porque el mecanismo involucrado en la parada cardiopulmonar en más del 80 por ciento es una arritmia que es susceptible de ser desfribilada".

Actualmente, cada país sigue unas guías de actuación, establecidas por especialistas en el mundo de la Cardiología en el deporte que establecen las patologías en las que se observa un riesgo de volver a tener un accidente cardiopulmonar de este tipo. Pero, a día de hoy, no existe una normativa o legislación que establezca cuáles son las patologías excluyentes. "Las Sociedades Científicas hemos establecido unas guías de seguimiento y recomendación pero como no hay una legislación detrás, el deportista asume el riesgo de seguir compitiendo", advirtió al respecto. Para solventar estos problemas, recientemente, el Consejo Superior de Deportes constituyó la Comisión de Control y Seguimiento de la Salud y el Dopaje, que desarrolla la Ley de Protección de la Salud y de Lucha contra el Dopaje, que estará compuesta por dos subcomisiones, por un lado la Comisión antidopaje, y por otro la comisión que se encarga de la salud del deportistas. Esta última, "se tendrá que encargar de establecer o legislar toda la normativa referente a las patologías excluyentes, las normativas de los club deportivos, todo lo referente a las instalaciones etc.", tal como explicó la doctora Boraíta.

Este Consejo se encargará, además, de establecer la obligatoriedad de ciertas medidas de seguridad en los centros deportivos.