Vino y esperanza de vida



Beber pequeñas cantidades de alcohol al día, sobre todo vino, se asocia con un aumento de la esperanza de vida. El trabajo sugiere que a largo plazo, la ingesta moderada de alcohol, establecida para el estudio, en menos de un vaso de vino al día, se asocia con una menor tasa de mortalidad cardiovascular y por todas las causas.
El estudio ha incluido los datos de 1.373 hombres nacidos entre 1900 y 1920 de los que se registraron su consumo de alcohol durante más de 40 años. No se despreciaron los datos relativos a los hábitos dietéticos, el índice de masa corporal, tabaco, prevalencia de infarto agudo de miocardio, ictus, diabetes y cáncer. Se determinó que a largo plazo, la ingesta moderada de alcohol, unos 20 gramos al día, comparada con la no ingesta, se asociaba con un 36 por ciento menos de riesgo relativo de mortalidad por todas las causas y de un 34 por ciento menos de riesgo de mortalidad cardiovascular. El grupo de investigadores estudió el consumo de vino de forma independiente y se constató que la reducción del riesgo era mayor cuando el consumo era menor, aproximadamente medio vaso de vino al día: se reducía un 40 por ciento la tasa de mortalidad por todas las causas y un 48 por ciento la de mortalidad cardiovascular. La esperanza de vida era de 3,8 años mayor entre los hombres que bebían vino de forma regular y moderada, si se comparaban con los que no consumían bebidas alcohólicas. Referencia bibliográfica: M. Streppel y cols. XLVII Conferencia Anual de Epidemiología y Prevención Cardiovascular. Asociación Americana del Corazón. Orlando. Febrero 2007.