Pilates o Yoga, ¿qué es lo que más me conviene?



¿Has decidido probar una nueva disciplina deportiva y no sabes por cuál decidirte?

Puede que estés indeciso entre comenzar a practicar Pilates o Yoga, dos de las disciplinas más de moda últimamente. Para que no se te haga tan difícil escoger te hablamos de las puntos fuertes en cada una de ellas.

Yoga: a la meditación a través del cuerpo

El Yoga no está considerado un deporte, sino más bien un estilo de vida con una filosofía propia. En el Yoga se da mucha importancia a la unión de cuerpo, mente y espíritu (de hecho la palabra “yoga” en sánscrito significa “unión”), y lo que se busca es el hecho de llegar a la meditación a través de las distintas posturas o asanas y de la paz mental.
En la actualidad existen muchos tipos de Yoga muy diferentes entre ellos: desde el Yoga más tradicional (el que hoy se identifica con el hatha yoga) hasta modalidades creadas para colectivos diversos como Yoga para niños o Yoga para enfermos de cáncer. Una de las modalidades que ha cobrado más fama últimamente es el Bikram Yoga o Yoga practicado a altas temperaturas. también el Acro-Yoga (practicado generalmente en pareja y que incluye equilibrios y acrobacias) es una de las vertientes más de moda.
Dependiendo del tipo de Yoga que elijamos obtendremos unos u otros resultados. Algunos tipos de Yoga se basan en el mantenimiento de las posturas durante un largo período de tiempo, mientras que otros son mucho más dinámicos y dirigidos al plano físico. Cabe destacar a este respecto el nacimiento de nuevas modalidades de Yoga como el Strala Yoga de la ex-modelo reconvertida en yogui Tara Stiles, que desliga el elemento espiritual de esta práctica buscando exclusivamente los beneficios físicos y mentales.
Las diferentes posturas de Yoga logran poner en movimiento todos los grupos musculares de nuestro cuerpo, además de ser una buena alternativa para realizar estiramientos y ganar en flexibilidad. La concentración y la escucha al propio organismo, saber cómo responde a la hora de realizar las posturas que le demandamos y, al fin y al cabo, conocernos mejor a nosotros mismos, son beneficios muy útiles que el Yoga nos proporciona en nuestro día a día.
Las clases suelen terminar con un momento de meditación: no consiste, como se puede pensar, en mantener la mente en blanco. Más bien se trata de encontrar una postura cómoda en la que nos encontremos en paz con nosotros mismos. De este modo se busca la unión espiritual, el fin principal de la práctica del Yoga.
Pilates Yoga
 Pilates: “eres tan joven como flexible sea tu espalda”
Esta frase fue pronunciada por Joseph H. Pilates, creador del método Pilates. Este método nació de la propia necesidad de Pilates de ejercitarse, al haber crecido como un niño débil y enfermizo. Durante la II Guerra Mundial y debido a su nacionalidad alemana, Pilates fue conducido a un campo de trabajo en Inglaterra, donde ejerció como enfermero cuidando a heridos de guerra. Fue allí, ayudando a la recuperación de los enfermos, donde nació su método de trabajo y el germen de lo que serían las futuras máquinas del Estudio de Pilates.
Al igual que ocurre con el Yoga, del método Pilates también han surgido muchas variantes: Pilates practicado en suspensión, Pilates con máquinas, Pilates Mat o en colchoneta, incluso algunas un tanto descabelladas como Pilates con tacones. Las diferentes escuelas que se formaron tras la muerte de Pilates siguen manteniendo sus principios, pero orientadas cada una hacia una labor diferente: algunas se centran más en el trabajo de rehabilitación, mientras que otras van más dirigidas al control corporal. No hay una que sea mejor que las otras: simplemente debemos evaluar qué es lo que esperamos nosotros de Pilates y eso nos dirá en qué escuela podemos sacarle mayor partido.
Los principios de Pilates, en los que se basa la enseñanza de este método (concentración, control, precisión, fluidez del movimiento, respiración y control del centro) nos encaminan hacia el movimiento inteligente o movimiento eficiente; es decir, al hecho de movernos lo más posible pero con el menor esfuerzo. Para ello se trabaja a fondo la zona central de nuestro cuerpo, que los pilateros conocen como Powerhouse: en terminología de fitness nos referimos al core, formado por la musculatura abdominal profunda y superficial, la musculatura lumbar, los glúteos, los erectores espinales y los multífidos. Todos estos músculos trabajan unidos en perfecta sincronía cada vez que nos movemos, ya que en ellos comienzan y terminan todos nuestros movimientos.
El trabajo de Pilates es muy beneficioso para mejorar nuestra postura corporal, ya que consigue evitar descompensaciones y desequilibrios en nuestro cuerpo. Se hace mucho hincapié así mismo en la estabilidad y movilidad de la columna vertebral, eje sobre que el que se mueve todo el organismo: una columna flexible y estable es signo de buena salud.

Entonces, ¿Yoga o Pilates?

Lo ideal sería combinar ambas disciplinas, ya que lo que no nos ofrece una nos lo puede dar la otra. Ambas son estupendas para mejorar nuestro tono muscular, para aumentar nuestra flexibilidad y el grado de movilidad de nuestras articulaciones, para hacer más eficaz y eficiente nuestra respiración y para trabajar nuestro cuerpo en general.
Si lo que buscamos es una disciplina más espiritual, sin duda el Yoga será nuestro mejor aliado; si por el contrario preferimos centrarnos en el trabajo físico, el Pilates será una mejor opción.