Las TIC y las redes sociales ayudarán a crear pacientes activos y expertos


Abrir canales como el teléfono o el correo electrónico para que los pacientes se comuniquen con el sistema sanitario y viceversa es un primer paso, pero ahora llega el turno de mejorar la calidad de la asistencia y la salud de la población recurriendo a las tecnologías de la información, principalmente por la vía de la telemedicina y las redes sociales.

El 20 por ciento de los ciudadanos del País Vasco "ya se relacionan con el sistema sanitario por vía telefónica. El reto ahora es desarrollar el correo electrónico y las redes sociales". Según Pablo Arbeloa, gerente de Osatek, "necesitamos pacientes activos que se conviertan en pacientes expertos"; ésa será la principal misión de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) aplicadas a la relación entre pacientes y sistemas sanitarios, según ha explicado durante la VIII Reunión del Foro de Telemedicina, organizada por la Sociedad Española de Informática de la Salud (SEIS) en San Sebastián.

Quizá con la ayuda de las TIC se pueda conseguir, por fin, el tan ansiado objetivo de centrar la asistencia en el paciente. Al menos eso es lo que persigue la Continua Health Alliance, unión sin ánimo de lucro de empresas del sector que buscan "crear un ecosistema de interoperabilidad que rodee al paciente, en su propio hogar, integrando salud y bienestar, enfermedades crónicas y envejecimiento independiente", según ha explicado Francisco Cañas, director técnico de la División de Ingeniería de AT4 Wireless.

La principal función de la alianza es, de momento, certificar la interoperabilidad de productos mediante la norma ISO 11.073 y trabajar con entidades reguladoras de Europa y Estados Unidos para que "la regulación no sea un obstáculo a la accesibilidad a la tecnología". No obstante, ya va siendo hora de ponerse manos a la obra con proyectos reales, y eso es lo que se pretende con un trabajo común con la Fundación Iavante, de Andalucía, en que se "creará un ecosistema de interoperabilidad de sistemas de telemedicina basado en un motor de integración soportado por la plataforma Ensemble, de Intersystems. Centrado también en el paciente está el proyecto Sagun-Cronic, puesto en marcha por el Departamento de Salud de Sagunto, de la Comunidad Valenciana.

En una primera fase "hemos estratificado a la población, basándonos en el modelo de Kaiser Permanente. De este modo hemos seleccionado al 5 por ciento de pacientes crónicos graves que requerirán atención sanitaria próximamente", explica la gerente del departamento, Desamparados Moral.

Después se iniciará el seguimiento del 15 por ciento de pacientes de alto riesgo, y "en una última fase, de aquellos que, en muchos casos, ni siquiera han tenido contacto con el sistema sanitario". En principio, el proyecto se centrará en los pacientes de hipertensión, EPOC, diabetes e insuficiencia cardiaca.

Historia clínica electrónica
El programa consta de cinco líneas estratégicas: "Estratificación de la población, responsabilidad del paciente en su propia salud, continuidad asistencial, intervenciones orientadas a las necesidades de la población y uso de las TIC", algo que será posible gracias a la existencia de una historia clínica electrónica unificada basada en Abucasis. De este modo será posible "mejorar la continuidad asistencial y, sobre todo, atender a los pacientes siempre en el momento y en el lugar adecuado, ya sea en el hospital, en atención primaria e incluso en su domicilio".

De hecho, la monitorización y control de pacientes crónicos en su hogar es una de las grandes bazas de la telemedicina, dado que "mejora la calidad de vida", según Gina González, del Servicio de Cardiología del Hospital del Mar, de Barcelona, que está a punto de iniciar, junto al IMIM y Telefónica, el pilotaje del proyecto iCor, con el que se prevé una reducción de hasta el 20 por ciento de los acontecimientos clínicos no fatales en pacientes con insuficiencia cardiaca.

Via: diariomedico.com

"Dijous bo 2010" en Inca

























El sedentarismo es el cuarto factor de riesgo de mortalidad en el mundo


El sedentarismo está aumentando en todo el mundo y es ya el cuarto factor de riesgo de mortalidad global, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que para combatir esta situación ha desarrollado nuevas recomendaciones sobre actividad física para mejorar la salud y que todos los grupos de edad sepan cuánto ejercicio necesitan hacer.

Estas directrices, adaptadas a grupos de edad que van desde los 5 a los 17 años, de los 18 a los 64 años y de los 65 años en adelante, ofrecen consejos sobre la frecuencia, la duración, la intensidad y el tipo de ejercicio apropiado para cada individuo.

Para los niños y los jóvenes, la actividad física recomendada por la OMS incluye juegos, deportes, transporte, tareas, actividades de recreo, educación física o ejercicios planificados a realizar en el entorno familiar, en la escuela y con el resto de la comunidad.

El objetivo es mejorar la forma física, tanto a nivel cardiovascular como muscular, la salud de los huesos y los biomarcadores cardiovasculares y metabólicos.

Para ello, los niños y adolescentes entre los 5 y los 17 años deben realizar "al menos 60 minutos de media a intensa actividad física diaria". "Realizar ejercicio durante más de 60 minutos proporciona beneficios de salud adicionales", ha apuntado desde la OMS.

"La mayor parte de este ejercicio diario debería ser aeróbico. Sin embargo, se deberían realizar también actividades de mayor intensidad, incluidas aquellas que fortalezcan músculos y huesos, al menos tres veces por semana", señalan.

Para los adultos entre 18 y 64 años, proponen la realización de actividades físicas que incluyen ejercicio durante el tiempo libre, caminar o ir en bicicleta, realizar ejercicio en casa, juegos, deportes y ejercicio planificado. Todo esto puede llevarse a la práctica "en el contexto de las actividades diarias, en el entorno familiar y en las actividades comunitarias".

Mejorar la salud, evitar la depresión

Este grupo debe realizar "al menos 150 minutos diarios de actividad aeróbica de moderada a intensa durante la semana o al menos 75 minutos de ejercicio aeróbico intenso semanal o una combinación equivalente de actividad de ambas intensidades".

Para conseguir "beneficios adicionales en salud", los adultos deberían incrementar hasta los 300 minutos semanales el tiempo que dediquen a realizar ejercicio físico moderado o dedicar 150 minutos a la semana al ejercicio aeróbico intenso. El ejercicio para fortalecer los músculos debe realizarse "dos o más días por semana".

Para el grupo de 65 años o más, la OMS propone realizar el mismo tipo de ejercicio que el resto de los adultos. A ellos les recomienda realizar "al menos 150 minutos de ejercicio físico aeróbico de moderado a intenso cada semana o al menos 75 minutos de actividad intensa semanal o una combinación de ambos ritmos". El ejercicio debe realizarse en intervalos "de al menos 10 minutos".

Para conseguir beneficios adicionales, deben incrementar su actividad física moderada hasta los 300 minutos semanales o dedicarse durante 150 minutos semanales a realizar una actividad física intensa o un equivalente combinado de ejercicio moderado e intenso.

"Los mayores con problemas de movilidad tienen que practicar ejercicio físico para mantenerse y prevenir las caídas tres o más días a la semana. Las actividades para fortalecer los músculos deben realizarse dos o más días a la semana", señalan desde la OMS.

Via: medicosypacientes.com

Un buen informe médico.


Los informes de alta hospitalaria no siempre son tan completos como deberían. En algunos casos, no recogen la talla ni el peso de los pacientes, no detallan bien el plan terapéutico que deben recibir tras el alta del hospital y, a menudo, están redactados en un lenguaje poco inteligible para el enfermo. Así se desprende de un estudio llevado a cabo por doce sociedades científicas, que ha puesto de manifiesto la necesidad de elaborar un informe de alta orientado a los pacientes, según explica en esta entrevista Javier García Alegría, vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) y jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Costa del Sol de Marbella (Málaga).

Diversas sociedades científicas se han reunido para elaborar un estudio común sobre informes de alta hospitalaria. ¿De qué manera se ha llevado a cabo?

El proyecto ha tenido dos partes. En primer lugar, la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) se planteó establecer unos criterios homogéneos para elaborar los informes de alta. Para ello, se celebró una conferencia de consenso en la que participaron doce sociedades científicas, muchas de ellas especializadas en medicina hospitalaria, y tres sociedades de atención primaria, además del Foro del Paciente. En ese marco se elaboró un documento donde se establecen las recomendaciones para los informes de alta, que se han publicado este mismo año en la revista "Medicina Clínica" para que cada sociedad científica los difunda, a fin de que el máximo número de médicos posible conozca cómo redactar un informe de manera adecuada.

¿Y la segunda parte?

La otra parte ha consistido en un estudio sobre la calidad de los informes de alta hospitalaria en cuatro servicios de Medicina Interna pertenecientes a los hospitales de Bellvitge (Barcelona), Gregorio Marañón (Madrid), Requena (Valencia) y Costa del Sol (Marbella). Se han analizado más de 400 informes y hasta 46 variables que están consideradas en el consenso como "variables de calidad".

¿Qué resultados han obtenido? ¿Se han detectado deficiencias?

En general, a pesar de que los informes de alta tienen una calidad aceptable, hay algunas áreas de mejora relacionadas con la identificación completa del paciente, fecha de nacimiento y no la edad, o los datos administrativos (dirección y teléfono, correo electrónico). Consideramos que tienen que mejorar las indicaciones que estén por debajo del cumplimiento del 80%, que ya es un nivel alto. No obstante, hay más puntos que deben perfeccionarse: en la recogida de datos de exploración física no suelen figurar la talla ni el peso, cuando es muy recomendable, se utilizan muchas siglas, acrónimos y epónimos que el paciente no entiende y no siempre se recogen bien aspectos relacionados con la continuidad del tratamiento, como cuándo hay que ver de nuevo al paciente, quién lo tiene que ver y, además, se apuntan muchas abreviaturas relacionadas con la terapia.

Si un paciente no está de acuerdo con su informe de alta, ¿puede reclamar modificaciones?

Si, y debe pedirlo a su propio médico. Una de las condiciones del consenso es que el informe de alta hospitalaria tiene que estar, de forma clara, orientado al paciente. La normativa legal sobre cómo deben ser estos informes es del Ministerio de Sanidad y Política Social y describe de qué apartados deben constar. Pero desde la SEMI se ha querido ir más allá: queremos que se introduzcan mejoras en su calidad para hacerlos más comprensibles al paciente.

¿Por qué es tan importante que se detallen la talla y el peso en el informe de alta médica?

Porque son datos objetivos y útiles al administrar una medicación. Es un dato objetivo porque, si al salir del hospital una persona pesa 80 kilos y al cabo de dos meses pesa 72, podemos saber con seguridad que ha perdido peso. Tampoco es preciso un resultado de laboratorio que señala que un parámetro es normal, habría que apuntar un número preciso, ya que puede ser importante a largo plazo.

Son datos fundamentales para otros especialistas.

Así es. El problema de los informes de alta hospitalaria es que tienen distintos usuarios, además del propio médico, como otros especialistas -el médico de atención primaria y los de urgencias-, el paciente o sus familiares. Por este motivo, en la elaboración del documento de consenso nos ha interesado la perspectiva del médico de familia que, de manera habitual, tiene un tiempo limitado para leer estos informes y necesita información muy precisa. Los datos tienen que estar orientados a facilitar también su uso.

En cuanto al lenguaje utilizado, ¿habrá que hacer un esfuerzo para hacerlo más comprensible por el paciente?

Es un dilema que no es fácil de resolver, ya que el lenguaje científico se sustenta en la precisión. El bazo sólo se puede llamar bazo. Entre estas limitaciones, tenemos que intentar aproximar la información al paciente y, en concreto, la más relevante para él. El tratamiento debe expresarse, reflejarse y ser completo, es decir, debe constar qué ha de tomarse, cómo, cuándo y la duración, de una manera comprensible, así como alguna otra información que no se debe simplificar, como la relativa a la dieta, la actividad física y el seguimiento posterior, y si debe contactar de nuevo, cuándo y con quién, ya sea con algún servicio del hospital o con su médico de familia.

Según el estudio, los principales perjudicados de que estos informes no estén completos son los pacientes con enfermedades complejas. ¿Por qué?

Hay pacientes mayores con múltiples enfermedades que toman muchos fármacos distintos, lo que constituye un problema para el sistema sanitario actual. Por eso, es muy importante que en el informe se exprese bien cuál es la situación funcional del paciente, su calidad de vida, es decir, cómo se encuentra, y que se expliquen bien todos los medicamentos que debe tomar.

¿Se refiere al plan terapéutico?

Sí, en las recomendaciones se debe expresar cuál es la situación del paciente en el momento de darle el alta, mientras que el plan terapéutico ha de contemplar qué dieta debe seguir, qué actividad física debe practicar -de este aspecto no había referencia en muchos de los informes evaluados-, cuál debe ser el tratamiento completo que debe tomar, con el nombre del fármaco bien expresado, las dosis, horarios y medicaciones nuevas, el seguimiento que necesita el paciente, sus plazos y la prioridad para las revisiones.

¿Por qué es importante para el paciente prestar atención al informe de alta hospitalaria?

Porque estar ingresado en un hospital es un hecho importante que cambia la situación del paciente y la perspectiva de estar ingresado por una enfermedad puede ser un hecho traumático que cambie las circunstancias vitales, personales y de tratamiento de una persona. Por eso, vale la pena que lo lea y que piense que este informe es un instrumento de comunicación que no elude o limita al acto de la relación entre médico y paciente y que debe ir acompañado de información verbal asociada. Sobre todo, el paciente debe conservarlo.

Entrevista: Clara Bassi

30% menos de mortalidad con un programa de rehabilitación cardiaca


La Fundación Española del Corazón (FEC), con el apoyo de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), presentarán, el próximo 4 de noviembre en la madrileña Casa del Corazón, el proyecto PrevenSEC, una iniciativa que pretende proporcionar al paciente cardíaco las principales pautas a tener en cuenta para llevar a cabo un correcto programa de prevención secundaria tras haber sufrido un episodio cardiovascular.

Ante las pocas unidades de rehabilitación cardíaca en España, PrevenSEC pretende ser una ayuda para que el paciente, con el apoyo de su cardiólogo, pueda seguir un completo programa de prevención secundaria desde su propia casa.

El proyecto realiza un repaso sobre los principales factores de riesgo y su impacto en la salud cardiovascular, para mayor conocimiento del paciente, y establece los aspectos primordiales a tener en cuenta con el fin de que el paciente puede normalizar su vida lo antes posible. Estos aspectos inciden especialmente en el tratamiento farmacológico a seguir, en el control de los factores de riesgo, en la alimentación, el ejercicio, la recuperación de la actividad sexual, el retorno a la vida laboral y la importancia del factor psicológico como elemento clave en la recuperación y el control de la enfermedad.

Durante la presentación se hablará de los beneficios que puede aportar un programa rehabilitación cardíaca bien seguido por parte del paciente. En este sentido, entre otras conclusiones, los expertos apuntan que un correcto programa de rehabilitación cardíaca y de prevención secundaria tras un infarto agudo de miocardio es capaz de disminuir hasta en un 30% la mortalidad en el paciente como media.

Una de las principales problemáticas que se abordarán es la falta de constancia por parte de estos pacientes para seguir el tratamiento o, especialmente, para cambiar su estilo de vida. En este sentido, cabe destacar que, por ejemplo, al cabo de unos meses, el paciente se relaja en la percepción de su problema cardiovascular y un tercio de ellos acaba incumpliendo el tratamiento estipulado por su médico.

España se encuentra a la cola en unidades de rehabilitación cardíaca. En total, sólo hay unas 40 unidades de este tipo, la mitad en centros privados, y sólo un 4% de las personas que han tenido un infarto u otro tipo de episodio cardiovascular acuden a rehabilitarse en una unidad especializada.

La presentación del proyecto contará con el presidente de la Sección de Cardiología Preventiva y Rehabilitación de la SEC, el Dr. José A. Casasnovas y varios expertos en prevención secundaria y rehabilitación en España. Además, el presidente de la Asociación de Pacientes Coronarios (APACOR) y paciente de una unidad de rehabilitación cardíaca, Mariano Hernanz, explicará su vivencia y experiencia como paciente en una unidad de rehabilitación cardíaca.

Via: fundaciondelcorazon.com