TICs en la Sanidad privada. El futuro está en las compañías aseguradoras.

La inversión en tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en el sector sanitario privado depende en buena parte de la apuesta por ellas de las compañías aseguradoras, según se ha visto en la V Jornada de la Agrupación Catalana de Establecimientos Sanitarios (ACES), titulada en esta edición La sanidad y el reto de las TIC. La gran oportunidad de mejora empresarial.

Los profesionales y los centros que trabajan para el seguro libre necesitan que las entidades aseguradoras se definan claramente acerca del uso de qué tecnologías están dispuestas a financiar y cómo van a hacerlo (sistema de facturación) para que el sector invierta en ellas. También ha quedado patente que tanto las compañías como sus proveedores asistenciales necesitan de un sistema de acreditación de nuevas tecnologías que les permita adquirirlas e incorporarlas con la confianza de que son eficaces y coste-eficientes, y tener la seguridad de que invertir de ellas va a suponer un valor añadido para sus clientes.

La férrea legislación en materia de protección de datos de España y la Unión Europea también está ralentizando la adhesión a las TIC del sector, según ha apuntado Marta Plana, abogada especializada en empresas tecnológicas.

Francisco José Juan Ruiz, director general de Salud de DKV Seguros, ha defendido en especial la historia clínica informatizada y digitalizada, a la que pueda accederse desde cualquier punto de la cadena asistencial dentro de España y desde cualquier país, de igual manera que sucede con las cuentas bancarias.

Lluis Bachs, director del área de Salud de Fiatc Seguros, también cree imprescindible la carpeta médica digital, la historia clínica compartida y su uso para segunda opinión médica y apunta la importancia de incorporar e-mediadores y e-profesionales a las compañías para relacionarse de manera más ágil con sus clientes.

Andreu Obis, director técnico de Asistencia Sanitaria Colegial, ha lanzado un mensaje de prudencia: "Internet hay que explorarlo, pero quién sabe si dentro de unos años no saldrá algo mejor". Como ejemplo ha dicho que su compañía invirtió en terminales para atención médica a domicilio y, al generalizar el uso, "vimos que había un problema: la cobertura de telefonía móvil es mala en algunos lugares. Creo que forzamos un poco el futuro".

Antoni Paredes, director de la Zona Noreste de Adeslas, no duda de la importancia de la TIC, pero sugiere conocer muy bien antes qué es lo que realmente quieren el grueso de los asegurados y enmarca el debate en su contexto actual: un mercado con fuerte competencia, en el que el asegurado individual "está en extinción" y los colectivos arrastran los precios a la baja.

Iñaki Peralta, director general de Sanitas Hospitales, también se ha mostrado realista: "Si en un territorio sólo hay un hospital que sólo trabaja con papel, no vamos a dejar por ello de contratarlo".

Via: diariomedico.com

Tres de cada cuatro españoles no saben cómo actuar ante un infarto


El 75% de la población española no sabría qué hacer si una persona de su entorno sufriera un infarto o una parada cardiorespiratoria, según afirman los responsables del Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar (CERCP), que organizaron en el Senado un taller de resucitación para enseñar a los senadores cómo actuar ante este tipo de situaciones.

De acuerdo con los resultados de un estudio realizado por el CERCP a nivel nacional, sólo el 26% de los encuestados sabría qué hacer ante un paro cardíaco, un porcentaje que se reduce en los estratos sociales más bajos.

Tal y como explica el presidente del CERCP, el Dr. Juan Bautista López, "hay un espacio muy grande a mejorar ya que la población general realmente no sabe cuántos paros cardíacos hay ni qué hay que hacer, unas cosas muy sencillas que pueden ayudar a la gente a salvar vidas".

"Se calcula que en España se producen unos 24.000 paros cardíacos cada año, con una tasa de supervivencia muy baja que podría incrementarse significativamente si la población general tuviera nociones sobre resucitación cardiopulmonar", indica este experto.

A este respecto, el Dr. López ha destacado tres medidas "fundamentales" para mejorar esta tasa de supervivencia: "introducir la enseñanza de la resucitación desde secundaria; instalar desfibriladores en todos los lugares públicos de gran confluencia y, dentro de eso, homogeneizar los 16 decretos autonómicos existentes al respecto; y establecer un grupo de referencia sanitario para asesorar sobre posibles políticas en este campo".

De este modo, tanto los senadores como los trabajadores de la Cámara Alta, han podido participar en el taller de resucitación donde se les ha enseñado qué hacer ante un paro cardíaco.

"Cuando parece que la persona ha perdido la conciencia y no respira, hay que llamar al servicio de emergencia 112, comenzar a hacer compresiones torácicas en el pecho y, si se dispone de un desfibrilador, conectarlo y utilizarlo siguiendo sus instrucciones", señala el presidente del CERCP.

Via: jano.es

Amando Rodríguez, presidente del grupo Recoletas y nuevo gestor de la Policlínica Miramar


Amando Rodríguez comenzó en 1969 su carrera profesional, que compaginó con el último año de su licenciatura en Ciencias Económicas por la Universidad de Sarriko (Bilbao) contratado por el Grupo Banco Bilbao, donde ocupó diversos cargos de alta dirección, entre ellos el de director de Banca Empresarial para la zona de Castilla y León del Banco de Comercio. En 1989 constituyó el pilar de lo que hoy es Grupo 3 a Recoletas, uno de los principales grupos sanitarios de España, con una posición privilegiada en Castilla y León y un ambicioso proyecto de desarrollo en otras comunidades autónomas para los próximos años.El Grupo Hospitalario Recoletas opera una red de 11 hospitales en 8 provincias (Valladolid, Palencia, Burgos, Zamora, Segovia, Cuenca, Madrid y Palma de Mallorca) y cuatro comunidades autónomas. El pasado mes de junio Policlínica Miramar se integró en el Grupo Recoletas.

P. ¿Por qué cree que esa "concentración del sector" es inevitable?

R. Por varias razones. Pensemos en las características del mercado: grandes compañías aseguradoras y grandes proveedores de material, equipamiento y productos sanitarios. Por tanto no parece competitivo que los prestadores de servicios seamos pequeños, uniprovinciales, mientras nuestros clientes y proveedores han llevado a cabo en los últimos 20 o 30 años, una concentración en sus sectores para ser más eficientes y ofrecer mejores productos de salud a la población.

P. En ese sentido, ¿cómo debe interpretarse la moderna 'competencia' entre sectores público y privado?

R. Yo no hablaría de competencia entre sector público y privado. En nuestra opinión la relación que existe con la sanidad pública es de complementariedad. En estos momentos de dificultades presupuestarias de la Administración Pública y de financiación del conjunto de la economía del Estado, el seguro privado, y por tanto la prestación privada del servicio, es, y así debe entenderse, una colaboración directa del ciudadano a la financiación de la sanidad. Todas las personas con seguro privado, que en Baleares pueden superar las 300.000 pólizas, están soportando la financiación del sistema público puesto que no gastan y sí aportan.

P. ¿ Hacía donde debe orientarse, entonces, a su juicio, la sanidad privada?

R. Permítame que parta de un dato: los 452 hospitales públicos de nuestro país tienen un total de 108.000 camas , mientras que los 465 privados cuentan con 52.000 camas, lo que representa 1/3 del mercado, lo que viene a decir el número de hospitales que pueden ser excedentes, así como su ocupación que es inferior al 60%. Dicho lo cual consideramos que el compromiso de la sanidad privada debe orientarse a la eficiencia en la prestación y a la mejora de la oferta de servicios; y mayores niveles de ocupación. Pero le diré algo más, nosotros creemos que todos los agentes que nos dedicamos a la "salud" somos responsables de la calidad y de la atención al paciente así como del desarrollo de los profesionales sanitarios. Y todo ello dentro de un contexto de control y de eficiencia y racionalidad en el uso de los recursos para que podamos, sanidad pública , compañías de seguros y mutuas y los prestadores (clínicas y hospitales privados) mantener un elevado nivel de prestaciones para una población que vive más tiempo, vive mejor y quiere poderlo pagar, bien vía presupuestos o bien vía póliza privada.

P. En ese trato, en esa relación entre ambos sistemas, público y privado, ¿es partidario de un reparto de pacientes en forma de cuotas, de acuerdo a las necesidades de cada región y al cargo de la sanidad pública, de buenas políticas de conciertos, tanto de camas como de servicios o de algún otro modelo?

R. Hay muchas fórmulas en las que se viene históricamente colaborando, vía conciertos y , en los últimos años, en varias Comunidades, con la prestación privada al sistema público, en las que las administraciones contratan el servicio a un número determinado de cartillas sanitarias.

P. ¿Cree usted posible y/o deseable que se llegue a instaurar en nuestro ámbito un modelo como el canadiense, en el que cada asegurado elige si desea una atención en un centro público o privado, al cargo de la asignación de sus impuestos?

R. No hay que irse tan lejos. Nosotros conocemos unos cuantos sistemas: el inglés, el francés , el belga …en todos ellos hay posibilidad de elección por parte del paciente y un coste directo o indirecto, vinculado a los ingresos del ciudadanos y a lo que se quiere gastar. En Recoletas pensamos que los recursos escasos y la demanda permanente de mejores servicios , prestaciones y atenciones van conduciendo a que la financiación de la sanidad pública, general y gratuita, se irá prestando por parte de aquel que sea mejor y más eficiente. Y ello al mismo tiempo que se tendrá que transmitir al ciudadano, para que cale en su conciencia, que esa atención tiene necesariamente un coste.

P. Baleares es una comunidad con particularidades. En torno a un tercio de sus habitantes tiene sanidad privada, con un doble seguro. En verano, con la llegada de 3 a 4 millones de turistas, la población se dispara. ¿Cómo canalizar en el futuro este potencial?

R. Es cierto que Baleares demanda una oferta sanitaria de una gran dimensión. Es obvio, además, que la Sanidad Pública se adapta permanentemente a las necesidades crecientes de los ciudadanos. Ahí tenemos el nuevo Son Dureta y su alta cualificación humana y tecnológica. Pero no es menos cierto que en Baleares el desarrollo del seguro privado se sitúa entre los más altos de nuestro país. Y ahí es donde nosotros tenemos muy claro el camino a seguir. Desde Recoletas entendemos que la colaboración con las compañías de seguros, con los prestadores de los servicios, debe continuar siendo muy estrecha y debe contribuir a ofrecer seguros de salud asumibles por una mayor parte de la población. De este modo, profesionales y clínicas, deben encontrar un espacio común de desarrollo de sus capacidades, contemplando siempre conceptos de eficiencia, desarrollo profesional y colaboración con las Aseguradoras. Este es precisamente uno de nuestros objetivos esenciales en Policlínica Miramar, el de contribuir, decididamente, a hacer crecer un espacio común de desarrollo de los profesionales de la salud, con una gran interlocución con el centro, para ofertar servicios de la más alta calidad y que puedan "pagar" los ciudadanos.

P. La sanidad balear es además una sanidad con un elevado nivel de tecnología. ¿Cómo planea afrontar el desafío de mantener ese nivel y superar a sus competidores, que se esfuerzan bastante en seguir avanzando en este campo?

R. Nosotros creemos que Policlínica Miramar tiene una dotación tecnológica de buen nivel y en algunas especialidades con un nivel muy alto. Por tanto, lo que debemos hacer es ir renovando aquellos servicios que, o bien por tiempo o por la propia evolución de la técnica, se pueden ir quedando rezagados, siempre respetando la tradición de Policlínica Miramar de mantenerse al más alto nivel en cuanto a la tecnología de servicios, a la calidad y preparación de sus profesionales, con el primer y único objetivo de liderar la atención, la mejor atención posible, al paciente.

P. ¿Cómo ve la cartera de la Policlínica Miramar? ¿Debe aumentar servicios, especialidades, personal? ¿Cómo gestionará ese pequeño parque de empresas médicas que es el edificio de consultas?

R. En los último años se ha venido haciendo un importante esfuerzo que nosotros, Grupo Hospitalario Recoletas, queremos continuar y mejorar. Un esfuerzo por unificar la filosofía de Policlínica de tal manera que el sello de Miramar sea único y las decisiones de dotación, ampliación, mejoras u objetivos sean de Policlínica, consensuadas con sus profesionales, cualquiera de los profesionales que allí trabajen, que desarrollen su profesión y su voluntad de venirse con nosotros. A esto queremos dedicarnos los próximos años con el objetivo de ofrecer el mejor servicio sanitario a los habitantes de Baleares.

Via: salut.org

Cada año fallecen más de 1.300 personas de un infarto por la falta de coordinación del SNS


Cada año fallecen en España alrededor de 1.300 personas de un infarto agudo de miocardio debido a la falta de coordinación dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS) existente en la mayoría de las comunidades autónomas, según han afirmado los especialistas de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) durante la presentación de la iniciativa “Stent for life”.

De acuerdo con los datos facilitados por la SEC, cada año se producen en este país unos 70.000 infartos, de los cuales 43.000 llegan vivos al hospital y cerca de 26.000 fallecen en el camino. La puesta en marcha de programas que fomenten el uso de angioplastias primarias en todo el SNS reduciría esta última cifra un 5%, reduciendo además los posibles efectos secundarios y las recaídas, aseguran los cardiólogos.

Sin embargo, "España está en el vagón de cola en Europa respecto a la aplicación de esta técnica y no es un problema ni de recursos económicos, ni humanos; es un problema organizativo del propio el SNS", afirma el presidente de la SEC, el Dr. Carlos Macaya, quien ha presidido la firma de adhesión a esta iniciativa de todas las sociedades científicas filiales de la SEC con el objetivo de "lograr un mayor compromiso de la política sanitaria española" con los pacientes infartados a través de programas preventivos como “Stent for life”.

En total, se realizaron el pasado año en España 13.395 angioplastias primarias, una técnica quirúrgica que aspira el trombo y coloca una malla (stent) para "abrir" la arteria obstruida. La angioplastia primaria, en las dos horas posteriores a un infarto, garantiza una efectividad del 90%, en comparación con el 55% de efectividad de los fármacos y el 60% ofrecido por la fibrinólisis.

Sin embargo, en la actualidad sólo cinco comunidades han implementado programas de atención a pacientes infartados con angioplastias: Navarra, Galicia, Murcia, Baleares y Cataluña que, seguidas del País Vasco y la Comunidad de Madrid, practican entre 150 y 300 angioplastias anuales por cada millón de habitantes. Por contra, comunidades como Asturias, Aragón y La Rioja practican menos de 100 angioplastias por millón de habitantes, mientras la Comunidad Valenciana y Andalucía no pasan de las 150.

Para los cardiólogos, la cifra recomendable para "alcanzar la media europea" sería la de 600 angioplastias primarias anuales por cada millón de habitantes, es decir, que España debería doblar su actual cifra hasta alcanzar las 27.600 intervenciones anuales para así distanciarse de las medias europeas más bajas, que corresponden a países como Turquía, Bulgaria, Serbia o Portugal.