Los jóvenes líderes de grupo pueden ayudar a otros a evitar el tabaco

El programa ASSIST (A Stop Smoking In Schools Trial) surge como una forma diferente de intervención para prevenir el tabaquismo entre los adolescentes ya que los resultados obtenidos en las aulas hasta el momento han sido insuficientes

La intervención consistió en la formación de estudiantes influyentes que actuaran como colaboradores durante la convivencia informal fuera del aula con sus compañeros. Hacer que los adolescentes líderes de grupo hablen con sus amigos sobre los peligros del tabaco redujo en un 25 por ciento la cantidad de jóvenes que comenzaban a fumar, según este estudio publicado en The Lancet.

La investigación tomó un enfoque diferente al de la mayoría de los programas para dejar de fumar dirigidos a jóvenes, al pedir a estudiantes que eligieran a otros que consideraban influyentes o líderes para que expandan el mensaje contra el tabaco. Este enfoque probó ser más efectivo que los programas convencionales y redujo sustancialmente la cantidad de estudiantes propensos a comenzar a fumar, según los investigadores.

"Lo importante que esto muestra es que los jóvenes pueden ayudarse unos a otros a evitar el inicio del hábito de fumar", señaló Rona Campbell, investigadora de la University of Bristol que participó en el estudio. "Si el programa se realiza a gran escala podría disminuir drásticamente la cantidad de nuevos fumadores", añadió la experta.

A nivel mundial, alrededor del 10 por ciento de los estudiantes de 13 a 15 años fuma. Las tasas más elevadas se encuentran en los países europeos, con un 19 por ciento, según el Sistema Global de Control del Tabaco.

El estudio británico incluyó a casi 11.000 estudiantes de 12 y 13 años de 59 escuelas del oeste de Inglaterra y Gales. De ellas, 29 instituciones fueron seleccionadas al azar para continuar con los programas habituales contra el tabaco y el resto probó el programa ASSIST

Los investigadores invitaron a los estudiantes elegidos como influyentes a que participaran en un programa de entrenamiento sobre los riesgos del tabaco y los beneficios de no empezar con el hábito.

Los líderes populares extendieron la información obtenida de manera informal durante conversaciones y relaciones con otros chicos.

Los resultados fueron importantes. Los estudiantes en el grupo que realizó el nuevo enfoque fueron un 23 por ciento menos proclives a comenzar a fumar después de un año y un 15 por ciento menos al cabo de dos años que los alumnos en los planes tradicionales de cesación tabáquica.

Los estudios han demostrado que el daño producido por el cigarrillo se acumula en el tiempo, por lo que las personas que comienzan a fumar muy jóvenes presentan más riesgos de salud en la vida adulta.