El 24% de los adolescentes españoles entre 14 y 18 años se ha emborrachado todos los fines de semana del mes, los que representa un aumento del 6% de este tipo de consumo respecto a hace dos años, según la Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas entre Estudiantes de Enseñanzas Secundarias (ESTUDES) 2008, presentado en el día de hoy por la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez.
La encuesta, realizada sobre una muestra de más de 30.180 jóvenes de 784 centros de secundaria durante el último trimestre de 2008, revela también un aumento de más del 5% en el porcentaje de jóvenes que se han emborrachado al menos una vez en el último mes, que casi llega ahora al 50%.
No obstante, se observa una estabilización en el número de adolescentes que beben de forma habitual (58%) y de los que se inician en este consumo (81%), bajando la edad de los 13,7 años a los 13,3.
En palabras de Carmen Moya, delegada del Plan Nacional sobre Drogas, ahora los jóvenes “se emborrachan más y de forma más intensa como resultado de la importación del modelo anglosajón del consumo. Asimismo, el 52% de estos jóvenes compra el alcohol de fin de semana en tiendas o supermercados, con los que toman combinados de bebidas de alta gradación con refrescos”.
Con respecto a la posibilidad de emprender medidas específicas contra el denominado botellón, Trinidad Jiménez ha anunciado la firma de un acuerdo con las asociaciones de padres de alumnos (AMPAS) para formar a los padres sobre cómo detectar los primeros contactos de sus hijos con las drogas y saber reaccionar. Un acuerdo que, además, servirá para formar “en cascada” a otros padres. “Se trata de convertir a las familias en verdaderos agentes de salud pública”.
Sobre el resto de consumos, la encuesta destaca la estabilización del consumo de tabaco, la segunda droga más consumida por los jóvenes tras el alcohol, con un 32% de consumidores habituales y un 14,8% de jóvenes que fuman a diario. Por sexos, aumentan las mujeres que fuman a diario frente a los hombres, con porcentajes del 16% frente al 13%, respectivamente.
Jiménez ha destacado que, en más de la mitad (52,9%) de los hogares de los alumnos, alguna persona fuma diariamente y que cuatro de cada 10 adolescentes (38%) piensa que sus padres no les regañarían si fumaran en su presencia. Ante este dato, la ministra ha llamado a los padres a “dar ejemplo, ya que en este área la familia es decisiva”.
Por su parte, también se estabiliza el consumo de cannabis, con un 20% de consumidores habituales y un leve descenso de los jóvenes que la prueban por primera vez, del 365 al actual 35%.
Asimismo, baja el consumo de cocaína, que registra ahora, según Jiménez, “cifras inferiores a las de hace dos años para todas las frecuencias de consumo” y más bajas de las que se registraban a finales de los 90, ya sea en el caso de los que la prueban por primera vez (que pasan del 5,7% al 5,1%), de los que la han tomado en el último año (del 41% al actual 3,6%), o de los consumidores habituales (del 2,3% al 2%).
Desciende también el consumo de éxtasis, anfetaminas y alucinógenos, que presentan las prevalencias más bajas desde 1994, ya que el porcentaje de consumidores habituales ronda el 1%.
De la misma manera, la heroína continúan en niveles bajos, y el consumo habitual se sitúa en el 0,6%, descendiendo el consumo experimental del 1% registrado hace dos años al actual 0,9%. No obstante, Sanidad continúa “alerta” respecto a esta sustancia, ya que “les preocupa” su posible reaparición en forma de heroína fumada.
Por último, y si bien la ministra ha reconocido que aún son “cifras altas” de consumo, considera “alentador” que estén aumentando los niveles de concienciación de los jóvenes respecto al consumo de drogas como el cannabis –para el que aumentó casi cinco puntos la percepción de riesgo– y su percepción de la dificultad para conseguir estas sustancias, tanto las legales como las ilegales.