La gota: tratada deficientemente

Menos de un 10 por ciento de pacientes con gota controla su nivel de ácido úrico adecuadamente con medidas de salud general. Y menos de la mitad de los afectados está tratado correctamente, a pesar de ser una de las pocas patologías reumáticas que se puede curar, según ha puesto de manifiesto el Dr. Fernando Pérez Ruiz, coordinador del Grupo para el Estudio de las Artritis Cristalinas de la Sociedad Española de Reumatología (GECACSER), en el marco del XXXVII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Reumatología (SER), celebrado en Málaga.

Según dicho un experto, “los enfermos deben considerar seriamente implementar ciertas medidas de salud general, prestando especial atención a los excesos en la alimentación, siendo recomendable mantener la dieta similar a la mediterránea”. En este sentido, a su juicio, “en este grupo de pacientes habría que insistir en controlar los excesos dietéticos, si los hubiera. No todos los pacientes deben seguir una dieta concreta, sino que debe individualizarse”. En cualquier caso, ha añadido, “la corrección dietética no reduce los niveles de ácido úrico en más de 1mg/dl, lo que es similar a la dosis más baja de medicación que se pueda utilizar. Es más importante el impacto que causa sobre el riesgo cardiovascular que sobre los niveles de ácido úrico”.

En la mayoría de los pacientes, la causa de la hiperuricemia que acaba produciendo la gota es una dificultad selectiva por parte del riñón para eliminar el ácido úrico de la sangre. Con mucha menos frecuencia, una formación excesiva de ácido úrico también resulta en hiperuricemia, y entonces puede producir una mayor eliminación por el riñón y, ocasionalmente, cálculos urinarios de ácido úrico. Una causa frecuente de hiperuricemia es la ingesta de bebidas alcohólicas o de cerveza, incluso sin alcohol. Por eso, “estos afectados deberían moderar de las bebidas alcohólicas, de la cerveza y de las proteínas de origen animal, salvo los derivados lácteos. La mejor recomendación es que cumplan con una dieta variada y equilibrada, y que se hidraten adecuadamente cuando toman fármacos que aumentan la eliminación renal de ácido úrico”, ha detallado el Dr. Pérez Ruiz, del Servicio de Reumatología del Hospital de Cruces (Vizcaya).

La curación de la gota, a juicio del Dr. Pérez Ruiz, se sustenta en la consecución de niveles de uricemia en sangre bajos –no sólo normales- de forma mantenida, lo cual implica que el tratamiento debe prescribirse, cumplimentarse y monitorizarse de forma estricta durante años. Se estima que entre el 80 y 90 por ciento de los pacientes debe recurrir al uso de fármacos que reducen los niveles de ácido úrico en la sangre.

En esta línea, ha destacado que hay nuevos fármacos registrados para hacer frente a la hiperuricemia y otros nuevos pendientes de aprobación por la Agencia Europea de Medicamentos, y otros en fase avanzada de investigación.

Via: diariomedico.com