Cada año fallecen en España alrededor de 1.300 personas de un infarto agudo de miocardio debido a la falta de coordinación dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS) existente en la mayoría de las comunidades autónomas, según han afirmado los especialistas de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) durante la presentación de la iniciativa “Stent for life”.
De acuerdo con los datos facilitados por la SEC, cada año se producen en este país unos 70.000 infartos, de los cuales 43.000 llegan vivos al hospital y cerca de 26.000 fallecen en el camino. La puesta en marcha de programas que fomenten el uso de angioplastias primarias en todo el SNS reduciría esta última cifra un 5%, reduciendo además los posibles efectos secundarios y las recaídas, aseguran los cardiólogos.
Sin embargo, "España está en el vagón de cola en Europa respecto a la aplicación de esta técnica y no es un problema ni de recursos económicos, ni humanos; es un problema organizativo del propio el SNS", afirma el presidente de la SEC, el Dr. Carlos Macaya, quien ha presidido la firma de adhesión a esta iniciativa de todas las sociedades científicas filiales de la SEC con el objetivo de "lograr un mayor compromiso de la política sanitaria española" con los pacientes infartados a través de programas preventivos como “Stent for life”.
En total, se realizaron el pasado año en España 13.395 angioplastias primarias, una técnica quirúrgica que aspira el trombo y coloca una malla (stent) para "abrir" la arteria obstruida. La angioplastia primaria, en las dos horas posteriores a un infarto, garantiza una efectividad del 90%, en comparación con el 55% de efectividad de los fármacos y el 60% ofrecido por la fibrinólisis.
Sin embargo, en la actualidad sólo cinco comunidades han implementado programas de atención a pacientes infartados con angioplastias: Navarra, Galicia, Murcia, Baleares y Cataluña que, seguidas del País Vasco y la Comunidad de Madrid, practican entre 150 y 300 angioplastias anuales por cada millón de habitantes. Por contra, comunidades como Asturias, Aragón y La Rioja practican menos de 100 angioplastias por millón de habitantes, mientras la Comunidad Valenciana y Andalucía no pasan de las 150.
Para los cardiólogos, la cifra recomendable para "alcanzar la media europea" sería la de 600 angioplastias primarias anuales por cada millón de habitantes, es decir, que España debería doblar su actual cifra hasta alcanzar las 27.600 intervenciones anuales para así distanciarse de las medias europeas más bajas, que corresponden a países como Turquía, Bulgaria, Serbia o Portugal.