La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha publicado un documento en el que compara con estadísticas la evolución que han experimentado los sistemas sanitarios de sus 30 países miembros entre 1990 y 2007.Nuestra esperanza de vida alcanza los 81,1 años, mientras la media es de 79 -sólo Japón, Suiza, Australia, Islandia e Italia nos superan en longevidad-, y la proporción de médicos por cada 1.000 personas en nuestro país es de 3,7 frente a los 3,1 del resto de naciones.
Son variables en las que estamos por encima de la media de los países que forman la OCDE, aunque no todo es positivo en el informe.La inversión en el Sistema Nacional de Salud (SNS) español ha crecido un 8,5 por ciento en los 17 años analizados frente al 8,9 del resto de los países.
Esto nos ubica en el puesto 19, situación que empeora si nos fijamos en la clasificación del gasto que se hace por cada paciente, en la que España se encuentra en la posición 21 con 1.896,33 euros por ciudadano en 2007, mientras la cantidad media alcanza los 2.104,35 euros.
Del total de nuestra inversión, el 71,8 por ciento proviene de las administraciones públicas, frente al 72,8 de media. Entre 1990 y 2007 esta proporción ha descendido un 7,9 por ciento en el SNS.
La nación que registra un mayor porcentaje de aportación pública es Luxemburgo, con el 90,9 por ciento, seguido de la República Checa, el Reino Unido, Japón y algunos países nórdicos como Dinamarca, Noruega, Islandia y Suecia, todos ellos con cifras superiores al 80 por ciento.
La situación vuelve a ser desfavorable para nuestro país si atendemos a la cifra de camas hospitalarias, pues tocamos a 2,5 por cada millar de habitantes mientras la OCDE contempla una media de 3,8 para la misma muestra poblacional.
Aunque hemos mejorado desde comienzos de la última década del siglo pasado, también estamos por debajo en la aplicación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en las consultas, pues la población que tiene acceso al diagnóstico con resonancia magnética es de 9,3 por cada millón, mientras en la OCDE es de 11.
Sucede algo similar en el acceso a los escáner, que es de 14,6 por millón en España frente al 20,2 en el resto de países.
En cuanto a los factores de riesgo, la obesidad afectaba al 14,9 por ciento de los españoles adultos en 2006, un dato bastente inferior al 34,3 por ciento resgistrado en Estados Unidos, pero considerablemente superior al 3,4 y al 3,5 que corresponde a Japón y Korea, respectivamente.
En cuanto a la adicción al tabaco, la investigación reconoce que España ha puesto en marcha iniciativas que han tenido éxito, pues han reducido su prevalencia hasta el 26,4 por ciento de la población adulta.
Es el caso de la Ley Antitabaco, aunque esta norma no impide que sigamos por encima de la media, que se sitúa en el 23,3 y nos posicionemos muy lejos de las cifras de Suecia, Estados Unidos y Australia, que están por debajo del 17 por ciento.
Via: diariomedico.com