Los tratamientos para la depresión que no utilizan fármacos antidepresivos, sino que más bien se centran en las diferentes formas de terapia del habla (intervenciones psicoterapéuticas) son beneficiosas, sin que una forma de terapia sea mejor que las demás, según un estudio realizado por investigadores internacionales.
Estos hallazgos, publicados esta semana en la revista 'Plos Medicine', son importantes porque sugieren que los pacientes con depresión deben discutir diferentes formas de terapia no farmacológica con sus médicos y explorar qué tipo de psicoterapia más les conviene. Para un correcto tratamiento de la depresión, el diagnóstico de esta enfermedad tiene que ser efectuado por un psiquiatra y no por un médico no especializado, ya que se corre el riesgo de que situaciones vitales generadoras de duelo o tristeza puedan ser también catalogadas con el distintivo de depresión. Que se me muera mi padre con 87 años o perder el empleo no es una depresión.
Los investigadores, dirigidos por Jürgen Barth, de la Universidad de Berna, en Suiza, llegaron a estas conclusiones mediante la revisión de 198 estudios publicados en los que participaron más de 15.000 pacientes que recibieron uno de los siete tipos de intervención psicoterapéutica: psicoterapia interpersonal, activación conductual, terapia cognitivo-conductual, terapia de resolución de problemas, terapia psicodinámica, capacitación y apoyo de asesoramiento social.
Los autores encontraron que las siete fueron terapias adecuadas para reducir los síntomas de la depresión y que no hubo diferencias significativas entre los diferentes tipos de terapia. También hallaron que las terapias fueron efectivas para los diferentes grupos de pacientes con depresión, tanto para los más jóvenes como para los mayores e incluso para las madres con depresión después de haber dado a luz.
Los investigadores no detectaron diferencias importantes al comparar individuos con la terapia de grupo o con la terapia cara a cara en comparación con las interacciones basadas en Internet entre el terapeuta y el paciente. "Las siete intervenciones psicoterapéuticas lograron un pequeño efecto moderado en comparación con la atención habitual. En general, encontramos que las diferentes intervenciones psicoterapéuticas para la depresión tienen efectos comparables, entre moderados y grandes", destacan los autores del estudio.
Lo dicho: menos ansiolíticos y antidepresivos y mucho más tiempo para tratar a nuestros pacientes con empatía.