Los datos de incapacidad temporal (IT) de 2012 muestran cómo se ha reducido la incidencia de las bajas por enfermedad en el último año, pasando de afectar a 23,6 personas por cada mil trabajadores a 19,7, el dato más bajo de la última década. Ésta es la también la mayor caída que se ha dado en sólo un año, tan sólo semejante a la que se produjo entre 2009 y 2010, años en los que, entre otras cuestiones, se emprendió una fuerte campaña de reducción de las bajas por incapacidad temporal promovida por la Seguridad Social y enmarañada de polémica por la concesión de incentivos a los médicos por la reducción del número de bajas.
El porqué de la reducción de la incidencia de las bajas por IT responde, según Jerónimo Maqueda, de la Escuela Nacional de Medicina del Trabajo, "a un conjunto de factores en el que es difícil señalar una sola causa. Las bajas han podido descender por los cambios legales que ha habido en la gestión de la IT, por la crisis y por el propio médico de atención primaria, que se va concienciando de que la baja por IT es una prestación social que hay que manejar con equidad".
listas de espera
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Aludiendo también a un cúmulo de factores, Moisés Robledo, del grupo de trabajo de Gestión de SEMG, atribuye el descenso en el número de bajas probablemente a la crisis, "pero desde luego no a incentivos a los profesionales porque eso fue una polémica absurda de algunas autonomías que no ha seguido una tendencia". Robledo tampoco ve tras la reducción "una mejora en la gestión de las bajas, porque los cambios están llegando de forma muy lenta. En algunas autonomías se ha permitido ya que los partes de confirmación semanal de la baja en ocasiones se tramiten desde las unidades administrativas, pero el cambio fundamental que es ajustar las revisiones a los tiempos medios que requiera cada patología, no ha llegado".
Robledo se queja de que las bajas "siguen teniendo más peso legal que clínico y la burocracia continúa".
La reducción del número de bajas y de su incidencia ha venido acompañada, sin embargo, de un incremento de su duración media. Concretamente, ha pasado de 35,7 días por proceso de IT a 37,1 días. Según Maqueda esto puede responder a razones clínicas: "Simplemente tal vez hay bajas por enfermedades más graves y las más leves no llegan a causar baja".
En línea semejante se expresa también Robledo que, sin embargo, alude a que tampoco debe descartarse que "el incremento de las listas de espera eleva obligatoriamente el de las bajas laborales. Si se tarda una semana más en acceder a una prueba diagnóstica o en acceder a un tratamiento, por ejemplo, para una patología que precise rehabilitación, pues necesariamente la duración de esa baja crece. Y las listas de espera están creciendo. También lo está haciendo la presión sobre los médicos y si hay algo que puede reducir las bajas y su duración es que el médico de familia tenga más tiempo para poder valorar al paciente".
"Desde luego -concluye Robledo-, las bajas no se reducen con incentivos, sino con menos listas de espera y más tiempo de consulta".
Crisis y leyes
Suban o bajen, los datos de incapacidad temporal por enfermedad están siempre rodeados de polémica.
Suban o bajen, los datos de incapacidad temporal por enfermedad están siempre rodeados de polémica.
En esta ocasión, la disputa se ha producido por la publicación en el INE de los datos de jornadas laborales perdidas por enfermedad común. Según el INE, en línea con las cifras anteriormente citadas del Instituto Nacional de la Seguridad Social, se ha reducido notablemente el número de trabajadores que contestan no haber trabajado en la semana anterior a la encuesta por estar enfermos. Y esa reducción ha sido mayor en el sector público que en el privado.
Aunque el INE no lo ha citado expresamente, de las cifras parecía desprenderse la idea que de la nueva norma estatal que reduce desde el pasado octubre al 50 por ciento la retribución de los empleados públicos desde el cuarto día de baja y hasta el día 21, ha facilitado la reducción de bajas innecesarias.
A esta conclusión no ha tardado en oponerse públicamente UGT, afirmando que la reducción "tiene más que ver con la crisis que con las disposiciones del Gobierno. Éstas, en todo caso, únicamente propiciarán que los empleados públicos acudan a sus puestos de trabajo en malas condiciones, para no sumar a la pérdida salarial más mermas".
Y así, lo único que parece claro es que las bajas continúan subiendo y bajando a un son que tiene más que ver con lo económico -ora crisis, ora decretos de recorte y listas de espera- que con lo clínico.
Via: diariomedico.com
En este artículo de la BKK (Federación de Cajas de Seguros Médicos de Alemania) se puede leer que la incapacidad media laboral de los alemanes en el año 2011 fue de 16,3 días. Cuando leo artículos como éste y los comparo con otros como el anteriormente expuesto, de Diario Médico, me pregunto ¿por qué el período de 37,1 días de incapacidad laboral media en España es más del doble que en Alemania, con 16,3 días?. ¿Alguien tiene una respuesta para mí?