La testosterona puede reducir la confianza interpersonal


La confianza ejerce un importante papel en la formación y mantenimiento de las relaciones sociales. Recientes investigaciones han concluido que la hormona oxitocina incrementa esa confianza. Por el contrario, un estudio realizado en Holanda y Sudáfrica, que se publica hoy en Proceedings of the National Academy of Sciences, ha mostrado que la testosterona reduce la confianza en humanos socialmente "naive" y lo hace de manera adaptativa.

La regulación hormonal de las relaciones humanas ha sido enfocada desde diferentes disciplinas, incluyendo la psicología, la economía y la neurociencia. En esta línea, entre los hallazgos más importantes destaca el descubrimiento de que la oxitocina incrementa la confianza interpersonal, así como la preservación de la confianza hacia los sujetos "poco de fiar".

Ahora, un equipo de investigadores procedentes del Departamento de Psicología de la Universidad de Utrecht, en Holanda, y del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Universidad de Cape Town, en Sudáfrica, ha analizado si la testosterona, hormona que se asocia con el éxito en la competición por los recursos y la dominación, y supuesto inhibidor de la sociabilidad, podría contrarrestar el papel de la oxitocina en la confianza interpersonal.

En concreto, los autores del trabajo que se ha publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences han examinado si la testosterona reduce la confianza de un sujeto con otros desconocidos, concluyendo que las personas socialmente más ingenuas podrían ser más astutas y menos confiadas tras ingerir esta hormona. Este efecto de desregulación se produce de manera adaptativa.

Caras de desconocidos
Los científicos, coordinados por Jack van Honk, de ambos centros de investigación, han administrado testosterona o placebo a 24 mujeres jóvenes con una media de 20 años y les han preguntado sobre si las caras de extraños, mostradas a través de fotografías, les daban confianza o no. Las mujeres con alta confianza puntuaron más bajo las imágenes tras la ingesta de testosterona. Sin embargo, las mujeres con poca confianza en los desconocidos no mostraron cambios tras la administración de testosterona.

Via: diariomedico.com

Y digo yo: al final ¿depende sólo de una molécula la confianza depositada en otros seres humanos? ¿Somos sólo química? Si llegamos a la conclusión de que sí, sería cuestión de replantearnos todas nuestras relaciones interpersonales, no vaya a ser que nos fallen los receptores moleculares.