El tabaquismo, la hipertensión y niveles altos de colesterol en sangre reducen la esperanza de vida a los 50 años de edad, en un promedio de 9 años. Si además sumamos una pre-diabetes o una diabetes mellitus tipo 2 franca, sedentarismo y problemas de sobrepeso, se puede hablar ya de hasta 15 años perdidos. Así se desprende de un estudio publicado en el British Medical Journal.
En el estudio “Whitehall”, el mayor de todos los estudios de salud laboral realizados a nivel mundial, un total de 18.863 funcionarios británicos de entre 40 y 49 años desde el año 1967. Fueron medidos, pesados y sometidos a un examen médico. También rellenaron un cuestionario sobre su estilo de vida, cuyos resultados ya entonces no auguraban nada bueno: el 42 por ciento eran fumadores, el 39 por ciento tuvo un aumento de la presión arterial y el 51 por ciento niveles altos de colesterol.
Los resultados del estudio han sido presentados por el Dr. Robert Clarke, epidemiólogo de la Universidad de Oxford. El estudio relacionó la supervivencia de los empleados con sus factores de riesgo. Según los resultados, el tabaquismo reduce la esperanza de vida en 6,3 años. Los participantes en el estudio con los valores de presión arterial más altos murieron 5,2 años antes, la hipercolesterolemia disminuye la esperanza de vida en 1,9 años. Con sedentarismo se perderán 5,4 años. 2,2 años se pierden por el simple hecho de estar soltero y las personas con intolerancia a la glucosa o diabetes fallecen 3,6 años antes. Los obesos pierden 1,3 años de esperanza de vida.
Es frecuente que haya personas con varios factores de riesgo diferentes: Las personas de 50 años participantes en el estudio con los factores de riesgo tabaquismo, hipertensión y niveles altos de colesterol viven aproximadamente 24,2 años más. Estas mismas personas sin estos tres riesgos cardiovasculares vivirían 33,5 años más. Si comparamos el grupo de población estudiada con todos los factores de riesgo mencionados, no llegaría a vivir más de 20,2 años.
Los datos del estudio son evidentes. Controlar los hábitos de vida con el consiguiente control de los factores de riesgo cardiovascular sale realmente a cuenta. No hace esperar a los 50 para empezar a controlar el colesterol, la presión arterial, la glucosa, nuestro peso y hacer ejercicio, sino que a los 30 o 40 años de edad ya podemos empezar. Saldremos todos ganando.