- 1,5 kilos de costillas de cerdo.
- El zumo de un limón.
- Un vaso de vino blanco.
- 100 gramos de garbanzos cocidos.
- 6 cucharadas de aceite de oliva.
- Sal.
Cortamos las costillas a lo largo por la parte de carne que hay entre costilla y costilla. Las ponemos en una bandeja adecuada para horno. Embadurnamos las costillas por ambos lados con la mezcla del zumo de limón, el vaso de vino, la sal y el aceite a nuestro gusto. Precalentamos el horno a 180º C y colocamos la bandeja con las costillas. Cuando estén doradas les damos la vuelta. Una vez asadas uniformemente (aproximadamente unos 35 minutos) las sacamos del horno y servimos calientes, acompañadas de unos garbanzos que habremos salteado en una sartén con aceite de oliva.
De postre, una rodaja de sandía.